miércoles, 22 de abril de 2020

SOBRE EL DESPERTAR Y LA PORFIADA MEMORIA





SOBRE EL DESPERTAR Y LA PORFIADA MEMORIA
Chile: medio siglo de violación a los derechos humanos.

Prof. Aníbal Ortizpozo


“… hace ya treinta años que la Concertación de
Partidos por la Democracia, volviendo la espalda a sus
principios históricos, comenzó a administrar la herencia
pinochetista con ortodoxa eficiencia neoliberal.”
¿No habremos esperado demasiado?
Gabriel Salazar

La sabiduría, el poder de nuestros pueblos, especialmente los originarios, radica en su silencio consensuado, su porfiada memoria y un perdón sin olvido. Desde afuera se ven como pueblos dormidos, derrotados. Sin embargo, inmóviles, resisten estoicos los abusos, las agresiones, las mentiras y promesas, el robo descarado de la corrupción, la burocracia, la ineficiencia, en general la injusticia social, la cual los gobernantes la presentan como “crisis económica”, disfrazándola de “medidas necesarias, urgentes” donde abundan las sugerencias del FMI con sus llamados “a apretarse el cinturón” reduciendo  o eliminando los programas sociales de los gobiernos.

Pueden trascurrir años, muchos años, hasta que un día cualquiera sin previo aviso, irrumpen indignados, como volcanes o terremotos, los “reventones sociales” encabezados por los más jóvenes, para decir “¡basta!”, total, ellos no tienen nada que perder; no tienen, trabajo ni recursos económicos para estudiar, a menos que se arriesguen a endeudarse de por vida.

Así de simple, ese día llegó en Chile el 18 de octubre del 2019, calificado ampliamente en los medios de comunicación y  redes sociales, como “Chile despertó” para ejercer el derecho legítimo a protestar masiva y pacíficamente (también los hay quienes perdieron la paciencia y piensan “no más piedras contra fusiles” o “lo que igual no es trampa” buscando las armas para enfrentarse con los militares y policías). Pacos (Carabineros) que en aproximadamente cinco meses, ya tienen un abultado prontuario de heridos, a balines y perdigonazos, contaminados con aguas tóxicas, jóvenes con ojos, reventados por disparos a “quema ropa” de bombas lacrimógenas, mujeres, estudiantes, niños, adolescentes violadas(dos), muertos por carabineros y miles privados de su libertad.

Se acabó entonces ese oasis, el paraíso suramericano y no por decreto del Vaticano. Se vino abajo ese castillo de naipes del diálogo político corrupto; tampoco ya son las ideologías políticas, lo que moviliza y propulsa las protestas. Eso de “izquierdas y derechas” ya no le importa a una multitud enardecida, abandonan sus banderas partidarias, las que ya no se ven en fotografías ni vídeos. Han tomado la calle para terminar con un monstruo poderoso: el sistema económico neoliberal y sus leyes que privatizan todo, violando los más elementales derechos humanos. Leyes y reglamentos que en Chile están amparadas por la írrita e ilegal Constitución, hija de una dictadura sangrienta y vigente desde hace 30 años, creada y negociada con su autor el criminal dictador Augusto Pinochet y su equipo, para que se permitiera la consulta plebiscitaria, (que pierde) estableciéndose  “que se vaya el dictador”,…….desde luego… a la vista y paciencia de todos, no se fue, se quedó en el poder, con una nueva constitución bajo el brazo, que protegía sus crímenes y corrupción, ejerciendo el cargo de General en Jefe del Ejército, Senador Vitalicio y héroe que “nos salvó del comunismo”.

Estupor: se va el dictador, sin irse. Muchos chilenos regresaron al país porque supuestamente “volvió la democracia”, los que dudamos que así fuera, no regresamos. Recuerdo, como anécdota personal, que ofrecía una entrevista a una televisora del Perú, con motivo de una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo del Cusco, de pronto, Manuel Jibaja, destacado artista plástico, conductor/ director  del programa,  me sorprende estando  el programa al aire: “Aníbal, y ahora que murió Pinochet,  ¿qué va a cambiar en Chile?, sin pensarlo mucho, mi respuesta más que profética, fue realista:  “Nada cambiará mientras los crímenes de lesa humanidad sigan impunes y esté vigente la “Constitución Pinochetista” que él instauró. Este “muerto de mierda” -como lo definió Mario Benedetti-, que ya estaba muerto en vida, es además un “muerto de mierda” que se va sin castigo. Seguiremos luchando y apostaremos porque la muerte de este asesino y sus cómplices en la oligarquía chilena, no le gane a la justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos.
Por favor, no nos engañemos, no se ha cerrado un capítulo con la muerte de este violador de los derechos humanos, porque la derecha fascista en Chile no es la que ha muerto. Que las celebraciones por su muerte sin honor, no se conviertan en perdón y olvido. Chile no cambiará automáticamente, no habrá reconciliación ni reencuentros entre los chilenos, mientras el legado de muerte del Dictador se mantenga impune y no se sigan los procesos a los responsables que aún están vivos.”, y así ha sido.

Por otra parte, lo paradójico es que previo al plebiscito, se había creado la llamada “Concertación de Partidos por la Democracia” que incluyó partidos de la Unidad Popular,  golpistas de la Democracia Cristiana, más los renegados que traicionaron el pensamiento y proyecto socialista de Allende. La Concertación impuso los “gobiernos democráticos” de la llamada post dictadura…donde, increíblemente  los presidentes que gobernaron Chile: Patricio Aylwin, Eduardo Frei(hijo), Ricardo Lagos, Michelle Bachelet  y Sebastián Piñera en más de 30 años, legitimaron, la Constitución pinochetista, profundizando la economía neoliberal de la dictadura y sus empresas nacionales y transnacionales.  Respaldados en la Constitución privatizaron todo, hasta el agua, (Seguro Social con las AFP, educación, servicios públicos, etc.)… La trampa, el anzuelo fue otorgar tarjetas de créditos “para tutilimundi”, tuvieran o no tuvieran con qué pagar las cuotas de sus gastos.

Hoy día, en un acto de retoma de  conciencia, el pueblo chileno, ha entendido que no puede seguir así endeudado y endeudándose... usando la tarjetita de plástico en la compras de los mercados diarios o hasta para comerse una “sopaipilla” con kétchup, antes o después del trabajo, como lo he visto tristemente,  en las calles de Santiago.

La lucha por una nueva Constitución para Chile es sin duda, un fuerte desafío revolucionario, que en primer lugar es cultural y prolongado, donde no basta sólo con indignarse, salir y permanecer en las calles con protestas pacíficas permanentes, aunque se haya alcanzado más de un millón y medio de manifestantes.
Es público y notorio, que estos movimientos y protestas han sido propulsados sin líderes visibles, ni dirigentes de partido político alguno y han sido sometidos a una represión inclemente por parte del Gobierno y sus instituciones policiales con modernos equipos de control.
Incluso, los organismos del Estado, crearon acciones encubiertas, autoatentados, saqueos, violencia y destrucción contra bienes públicos materiales (metro, edificios etc.) para culpar al pueblo y para justificar la sangrienta  represión.  El gobierno fortalece a la policía, intenta militarizar el país con la excusa de velar por la seguridad de los edificios públicos del estado, implementa leyes absurdas específicamente contra cualquier tipo de manifestación pública, garantizándole la impunidad a los agresores, incluso felicitándoles por su “sacrificada” actuación durante las protestas.

 …..A pesar de todo esto, las marchas, protestas y manifestaciones continuaron, incluso con mayor intensidad,  finalmente, el gobierno asustado cambia algunos ministros (entre ellos el Ministro del Interior) y de forma oportunista, pide perdón públicamente e implementa junto al poder político parlamentario  el llamado “Acuerdo de paz” donde participan senadores y diputados estableciendo condiciones que son aceptadas por ellos, como: la realización de un PLEBISCITO CONSTITUCIONAL.
Pero, este “acuerdo” está condicionado: fija el porcentaje de participación de parlamentarios a un 50%; cambia el término de Asamblea Constituyente por “Convención Constituyente”; mantiene el sistema electoral vigente; permite las propuestas realizadas desde la Presidencia de la república y limita la consulta al “Aprueba”  o “Rechaza” una nueva Constitución para el país; establece el calendario para la realización del Plebiscito, el 26 de ABRIL del 2020; (hoy postergado por la cuarentena COVID19, supuestamente para fines de año).

Naturalmente el pueblo chileno que masivamente continuaba en la calle protestando y organizándose en agrupaciones territoriales, colectivos, asambleas municipales, si bien es cierto, que votaría por una Nueva Constitución, rechaza en forma rotunda las condiciones establecidas por el poder político, que en realidad lo que planifica es redactar una “Reforma Constitucional” que le permita mantenerse en el poder, sin cambiar el sistema económico neoliberal chileno.

La postergación del plebiscito sobreviene cuando cae sobre el planeta una ola de pánico creada por las medidas tomadas ante la presencia del COVID19,  que son consideradas exageradas y contraproducentes, al calificarse el virus, como una “pandemia”. Lo cual ha sido bien aprovechado por el gobierno para ganar tiempo, aislar a los ciudadanos confinándolos en sus casas y terminar con las protestas y organizaciones comunitarias, a quienes sólo les quedan las redes sociales en internet, donde la lucha continúa.

El pueblo chileno permanece en la incertidumbre y debatiéndose en el quehacer político plebiscitario, entre la aprobación, el rechazo o la abstención. Amanecerá y veremos.




Nota:
Para seguir el hilo, lea:
“¿MEDIDAS DESPROPORCIONADAS Y CONTRAPRODUCENTES?”
Chile: virus mediatizado y pérdida de las libertades políticas básicas.
del Prof. Aníbal Ortizpozo


¿MEDIDAS DESPROPORCIONADAS Y CONTRAPRODUCENTES?




¿MEDIDAS DESPROPORCIONADAS Y CONTRAPRODUCENTES?  
Chile: virus mediatizado y pérdida de las libertades políticas básicas.

Prof. Aníbal Ortizpozo
“hasta hace bien poco tiempo protestábamos
contra la negligencia política la corrupción,
los abusos de la  Banca y las siglas que nos
 gobiernan cada vez más FMI,BCE,OTAN;OMS etc.
Ahora resulta que el enemigo del pueblo es un virus
y toda la masa a luchar contra él, lo siento, pero no me lo creo.”
Dr. Karmelo Bizkarra


El “reventón social” del pueblo chileno iniciado el 18 de octubre 2019 y que masivamente continuaba en las calles, protestando y organizándose en agrupaciones territoriales, colectivos, asambleas municipales, rechazando en forma rotunda las condiciones que ha establecido el poder político, aliado al gobierno, en el llamado “Acuerdos de paz”, abrió una incógnita a cerca de la participación y resultados del plebiscito programado para el 26 de abril. El debate estaba en plena efervescencia, (¿Aprobar? / ¿Anular? / ¿Abstenerse?), cuando emerge como un tsunami el COVID19, que lo posterga para finales de año.
La presencia del virus se transforma en una inmensa ola de pánico y terror creada por las medidas tomadas por los gobiernos y que hoy son consideradas exageradas, especialmente cuando se la declara como “pandemia”, que dicho sea de paso, ha engrosado irracionalmente las fortunas de las industrias farmacéuticas, entre otras.
El aislamiento creado que provocan la medidas extremas, en primer lugar atentan contra la libertad de la ciudadanía y nos sorprende cómo nos hemos dejado quitar las libertades elementales de una patada.

No obstante, se puede observar que del negocio execrable del miedo generalizado se encargaron los telediarios con un voraz apetito de tragarse a la ciudadanía en las pantallas, sometiéndola a un estrés y a una “histeria interminable”, como lo alerta valientemente el escritor Javier Aymat, en su blog. Los medios de comunicación amarillistas entraron en una feroz carrera compitiendo a ver quién alerta más, concentrados únicamente en la estadística: cuántos contagiados, cuántos muertos y cuántos recuperados, en los diversos países. Se decretan desde cuarentenas hasta estados de excepción, bajo la consigna “quédese en casa”. El miedo al contagio en la calle, especialmente eventos, espectáculos con aglomeraciones, terminó en Chile con las protestas masivas y reuniones de colectivos.

Confinados y aislados permanecemos, las personas de la tercera edad, los que tienen enfermedades degenerativas, las mujeres víctimas de la violencia de género, en sus casas con el maltratador, se suspende la educación en todos los niveles, las industrias paralizadas, el ciudadano se pregunta ¿cómo sería la situación si sucediera una catástrofe natural, incendio, terremoto, huracán?, ¿Cuántas personas han muerto en estos días por otras causas?, ¿Dónde están las altas cifras de suicidios? Y se suma al desconcierto, el hecho de que ningún medio de comunicación ha cuestionado el confinamiento como medida de protección. Sin olvidar que esta crisis perjudica y perjudicará en el futuro a los más pobres, aumentando la desigualdad ya existente.
Estamos no solo encerrados en nuestras casas, también obstinados mirándonos el ombligo, escondidos, acosados por el miedo y sustraídos nuestros derechos políticos básicos.

Me pregunto, perdido el miedo, después de 30 años ¿no éramos nosotros mismos los chilenos que estábamos en las calles protestando contra la corrupción gubernamental, el burocratismo, la ineficiencia política, el desempleo, el abuso de la banca, sus empresarios y familiares, los Luksics, Piñeras, Pulmanns, los Angelinis, los Mattes y otros grupos económicos, donde cada uno de ellos gana periódicamente, lo que gana un millón de chilenos, además las denuncias por la impunidad que dan las autoridades eclesiásticas a los curas pedófilos, la violencia de género y sus feminicidios?

Pegado a las pantallas escucho, todos los días y a toda hora “quédate en casa”, tragando miedo y alarmas que justifiquen nuestro confinamiento, toques de queda, deteniendo a personas, secuestrando publicaciones, registrando nuestros hogares, y naturalmente, criminalizando y prohibiendo huelgas y protestas, lo que “es normal” y un abuso en un “estado de excepción”.

Solo sé, que cuando ésta locura “programada” termine, la lucha del pueblo chileno seguirá, hasta lograr una Nueva Constitución, iremos a lo que salimos a la calle, es la esperanza sostenida que tenemos: la de superar esta crisis sin perder la libertad. Debemos aprender que el enemigo no es el virus en sí mismo, sino el miedo inducido, los rumores y las falsas noticias, también como dicen los especialistas, “la desinformación basada en el exceso de información”, saber que el negocio más execrable es el negocio del miedo, el mismo que en las protestas multitudinarias de Chile, los ciudadanos expresaban que ahora podían  protestar públicamente porque ya no lo tenían, lo habían perdido… pero por lo visto, ahora vuelve con una “pandemia” terminando con las manifestaciones, marchas y protestas.

Los medios de comunicación son tan responsables como los lobbies de la industria farmacéutica a la OMS, (los mismos que producen las vacunas antes de lanzar el brote de una epidemia infecciosa, en sus guerras químicas y biológicas), de generar una especie de “psicosis informativa” que en anteriores epidemias de gripes estacionales, Aviar, AH1N1, Ébola, y otras variedades de “corona virus”, se limitaron a informar sobre estos temas, no como ahora, que lo han transformado en un “virus mediatizado”.

Hoy he oído decir que han surgido enfermedades “neoliberales” que son el resultado del mal manejo de la agricultura, los pesticidas y transgénicos, el extractivismo, la Economía Política, Ecología, Salud Pública, ausencia de previsiones sanitarias, sin olvidar la contaminación y el calentamiento global. En síntesis, la humanidad no solamente, no está preparada para próximas epidemias o pandemias, sino que las está haciendo posible.
Esto no quita, lo importante que es seguir escrupulosamente las medidas sanitarias establecidas, sí hay que tener mucho cuidado con el virus, tener los ojos bien abiertos, tomar todas las previsiones para evitar el contagio y pérdida de vidas humanas.

El desafío futuro es, si el ser humano podrá corregir las maneras de cómo se apropia de los frutos de la naturaleza y se relaciona con ella, logrando un equilibrio entre una vida sana, sustentable y las enfermedades infecciosas que existen.
Finalmente podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el verdadero enemigo, es el sistema económico neoliberal en curso, el cual genera desigualdad social, injusticia, miseria y un daño irreparable a nuestro planeta y su ecosistema del cual formamos parte inseparable.  

miércoles, 1 de abril de 2020

CHILE Abril 2020: NUEVA CONSTITUCIÓN Con virus o sin virus, la lucha sigue.



"POR LA BOCA MUERE EL PEZ" 
Imágenes y Mensajes de Aníbal Ortizpozo de su serie CUARENTENA.
El pueblo chileno sigue pidiendo la renuncia de Piñera, las frases célebre lo delatan y también sus provocaciones, como el haberse ido a retratar a la hoy, Plaza de la Dignidad. Los chilenos sí sabemos por qué y para qué lo hizo.

"EL TIEMPO PASA" 
Imágenes y Mensajes de Aníbal Ortizpozo de su Serie CUARENTENA.
En reconocimiento al pueblo chileno, en especial a la mujer chilena, que tomó la calle en defensa de su legítimo derecho a protestar, persistir en ello a pesar de la criminal represión del gobierno. A más de 6 meses de multitudinaria marcha contra el neoliberalismo y la constitución pinochetista.

"TRANSCURRIR DE LOS DÍAS" 
Imágenes y Mensajes de Aníbal Ortizpozo de su Serie CUARENTENA.
Esta edición dedicada a la memoria de su camarada y compañero Luis Sepúlveda Calfucura, escritor y cineasta chileno, fallecido en España a causa del COVID19 el 16 de abril 2020. Su obra seguirá viva entre nosotros.

"¿QUÉ ESTÁ PENSANDO.? 3" 
Imágenes de Aníbal Ortizpozo y extracto de entrevistas al ciudadano de a pie, del pueblo chileno que salió a protestar y hoy está confinado en sus casas por la cuarentena del COVID19.  


"¿QUÉ ESTÁ PENSANDO.? 2" 
Imágenes de Aníbal Ortizpozo y extracto de entrevistas al ciudadano de a pie, del pueblo chileno que salió a protestar y hoy está confinado en sus casas por la cuarentena del COVID19.  
"¿QUÉ ESTÁ PENSANDO.? 1" 
Imágenes de Aníbal Ortizpozo y extracto de entrevistas al ciudadano de a pie, del pueblo chileno que salió a protestar y hoy está confinado en sus casas por la cuarentena del COVID19.