martes, 9 de marzo de 2010

SELECCION DE ARTICULOS, ENSAYOS, ENTREVISTAS

Abriendo alamedas N° 01 - Edición Marzo 2010

CHILE EL OTRO TERREMOTO. Leonardo Ogaz A.
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MI PAÍS TERREMOTEADO… Francisco Villa
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CHILE: GRIETAS DE UN TERREMOTO. Álvaro Cuadra
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COMENTARIOS SOBRE TERREMOTO EN CHILE. Luis
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CHILE: SE DESMORONA EL “MODELO”. Simón Morales
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ACIERTOS HISTÓRICOS DE LA CONCERTACIÓN. Alejandro Kirk
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LOS SILENCIOS CÓMPLICES, LAS MEMORIAS SESGADAS Y LA MALVADA "REAL POLITIK" A LA CHILENA. Dr. José Venturelli
http://chileabriendoalamedas.blogspot.com/2010/03/los-silencios-complices-las-memorias_09.html

EL GABINETE DE LOS "ILUMINADOS". Tomás Hirsch
http://chileabriendoalamedas.blogspot.com/2010/03/el-gabinete-de-los-iluminados_09.html

"GENERAL PINOCHET, ESTE TRIUNFO ES PARA USTED" Cubadebate
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¿CÓMO ENTENDER LO DE CHILE? Leonardo Ogaz A.
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DEL NEOLIBERALISMO ENCUBIERTO AL LIBRE MERCADO DESATADO. Paul Walder
http://chileabriendoalamedas.blogspot.com/2010/03/del-neoliberalismo-encubierto-al-libre.html

LA DERECHA VIENE A CENAR Manuel Cabieses Donoso
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POR UNA OPOSICIÓN UNIDA FRENTE AL GOBIERNO DE DERECHA. Guillermo Teillier
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SEGUIRÁ LA EMPALAGOSA LUNA DE MIEL ENTRE PIÑERA Y LA CONCERTACIÓN. Mario Casasús
http://chileabriendoalamedas.blogspot.com/2010/03/seguira-la-empalagosa-luna-de-miel.html

VOTAR POR FREI O PIÑERA ES ELEGIR ENTRE LA SILLA ELÉCTRICA O LA HORCA NEOLIBERAL. Mario Casasús
http://chileabriendoalamedas.blogspot.com/2010/03/votar-por-frei-o-pinera-es-elegir-entre.html

EL LADO OSCURO DE LA ELECCIÓN CHILENA. Por Ernesto Carmona
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ENRÍQUEZ TRAS ANUNCIAR SU VOTO POR FREI: "FUE DE LOS QUE FESTEJÓ LA MUERTE DE MI PADRE" Tribuna Digital
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LA PRIMERA SEMANA DE ENERO EN CHILE. Andrés Figueroa Cornejo
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EL MIEDO Y LA CHUSMA INCONSCIENTE Karen Hermosilla
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VENTAJAS DE TENER UN PRESIDENTE TUERTO. Camilo Taufic
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MI TERCIO. Alejandro Kirk
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LA ELECCIÓN DEL TOQUI DE CHILE. Pablo Huneeus
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HUMOR
Abriendo alamedas N° 01 - Edición Marzo 2010


HUMOR GRAFICO Y DIBUJO POLÍTICO – Aportes de nuestros colaboradores
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HUMOR INTERNET YA TE VIMOS PIÑEROCHET
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Email: chile.abriendoalamedas@gmail.com

CHILE: EL OTRO TERREMOTO

Leonardo Ogaz A.

Pareciera que una especie de maldición hiciera recaer hasta los fenómenos naturales sobre las espaldas de los más pobres, pero en realidad no hay ninguna maldición, ni castigo divino, lo que existe son estructuras de desigualdad destinadas a golpear a los más vulnerables. Chile es uno de los países que tiene uno de los índices más regresivos de distribución de la riqueza, ocupa el puesto número 14 del mundo de la peor distribución de la riqueza (indicador Gini), la distancia entre la minoría rica y la mayoría pobre son obscenas.

El terremoto y el maremoto que se produjo en Chile tuvieron una propiedad develadora, pusieron en evidencia lo que es el desarrollo desigual de una sociedad capitalista, las grietas telúricas también mostraron las profundas fisuras sociales, se habló del “terremoto social”. Se vio un Chile de adobe, de construcciones precarias, si el 68% de los chilenos gana menos de 340 dólares al mes las posibilidades de construcción de casas antisísmicas son pocas, se observó edificios, carreteras y puentes mal construidos por la insaciable sed de ganancias, con tal de aumentar los beneficios no se cumple con las normas y especificaciones técnicas para un país de alta sismicidad, se vio la lentitud e inoperancia de las instituciones del Estado, se apreció el colapso del sistema de comunicaciones, en fin, se pudo ver un gobierno que no fue capaz de dimensionar la magnitud del desastre, se manifestó una arrogancia estúpida proclamando que Chile no necesitaba ayuda y por otro lado se solicitaba teléfonos satelitales revelando la imprevisión negligente de los sistemas de comunicación, la Armada a cargo de indicar y activar las alertas del tsunami no lo hizo en términos adecuados lo que costó muchas vidas.

Chile se reveló como un país de agudas contradicciones sociales, la delincuencia fenómeno social que adquirió proporciones preocupantes durante la dictadura, y que los veinte años de democracia no solo que no han podido resolver sino que ha ido en incremento, hizo aparición en forma terrible al resquebrajarse los mecanismos de la dominación normal. Tuvo que ser militarizada la zona del desastre y se puso en primer término la defensa de la propiedad antes que la ayuda. Un empresario dueño de un frigorífico en Concepción no podía salir de su asombro al comprobar que un colega había participado en los saqueos con su camión y que después se encontraba vendiendo los productos en el mercado negro, esto hay que separarlo de la desesperación e indignación popular en contra de los grandes supermercados que no encontraron mejor idea que cerrarlos dejando a la población totalmente desabastecida.

Se percibió un gobierno que priorizaba la defensa clasista de los más pudientes antes que la atención de los más olvidados. Pero también se observó una fractura profunda en los valores de amplios sectores de la población que reveló la acción de 37 años de neoliberalismo, ruptura de las relaciones solidarias y cooperativas y el egoísmo y la codicia lumpen campearon por las calles y pueblos de Chile. La dictadura y la democracia han incentivado la competencia, el individualismo y la frivolidad. También, es cierto, han existido sublimes muestras de solidaridad sobre todo en aquellos pueblos donde las relaciones capitalistas y neoliberales no han carcomido todavía el tejido social.

Pero lo más asombroso de todo es como Chile ha mostrado su vacío político moral. Los más audaces razonamientos de Guy Debord sobre la sociedad del espectáculo han quedado empequeñecidos ante lo que está ocurriendo. El viernes 5 de marzo se monta un espectáculo, una Teletón para reunir fondos para la reconstrucción y el discurso central e inicial no lo dan los líderes políticos conductores o conductoras de la nación, sino un presentador de televisión que se ha convertido en el único personaje que representa una ficticia unidad nacional. Los contenidos falaces, populistas, manipulador de emociones, del discurso revelan este desfondamiento político y ético, la tragedia no golpeó de la misma manera a los ricos y a los pobres como se afirmó. Lo más increíble es como escuchaban seducidos la presidenta saliente, el nuevo presidente electo, los presidentes de la cámara de diputados y el senado , el cardenal , los ministros es decir toda la cúpula del poder completamente subordinados ante la potestad mediática. En Chile, en una dosis importante, se controla socialmente política e ideológicamente el país a través de los medios de comunicación en poder de grandes empresas privadas. Y la televisión pública se ha entregado totalmente a la dictadura de las mediciones de audiencia que supuestamente indican que la gente ama volverse estúpida.

El haber escogido una Teletón como medio de hacer una catarsis espectacular que permita el ejercicio normal de la dominación está demostrando como el espectáculo se impone como gran director de la conducta frívola, superficial que el neoliberalismo, y el pensamiento débil han conducido a una sociedad que antes se enorgullecía de sus premios nobel de literatura y de la capacidad crítica de sus intelectuales. Además esos teletones son el espacio que utiliza la empresa privada para hacer sus grandes operaciones de mercadeo, legitimándose con una supuesta generosidad con la cual posteriormente no pagan impuestos, como lo denunció alguna vez el cantante del grupo de rock los Prisioneros al interior del propio espectáculo.

El pueblo pobre de Chile merece de la solidaridad de sus propios congéneres y de los pueblos del mundo, pero no debe ser ni paternalista, ni asistencialista porque eso nos des- constituye, los teletones los sumen en la sensiblería, el patrioterismo y la frivolidad. La ayuda debe impulsar su dignidad, su capacidad de organización y decisión, como la que están haciendo los sectores del izquierda anticapitalista en Chile.

Leonardo Ogaz A. es catedrático universitario.

Publicado por ALAI - http://www.alainet.org

MI PAÍS TERREMOTEADO...

Francisco Villa

La verdad, es que todo esto ha sido impresionantemente…horroroso y más allá del cataclismo, lo que se está dejando ver con tanta o más fuerza que terremoto y tsunamis, es la miseria humana.

La realidad de un país autorreferente, que se cree en la cúspide del éxito y que todo lo que hace y tiene, es pura apariencia: carreteras, edificios, servicios públicos y privados, infraestructura material y humana, que no eran tan sólidos y primermundistas como parecían. Un país al que se le ha adoctrinado en los valores del Mercado y la competencia, en abaratar costos de producción sin límites éticos, para acumular más y más dinero e influencia, arriesgando la seguridad de la población. Un país, en el que se confunde a los demás seres humanos, con peldaños, en el que la única manera de surgir en la vida, es pisotear al del lado, en consecuencia... un país que no puede en la tragedia, mostrar más que la falta de solidaridad, de reconstrucción colectiva. El país del “ráscate con tus propias uñas” y del “el que pestañea…pierde”.

Es así como se ha desatado una atmósfera postapocalíptica: con pillaje (el de la sobrevivencia y el pillaje de los inescrupulosos), con un Estado y sus administradores, (los actuales y los que vienen…) que sigue haciendo "estudios" para ver cómo afrontar la situación, moviéndose como elefante enfermo, mientras a muchos se les apaga la vida entre los escombros o en la indefensión y lo único que "hacen bien" es desplegar milicos para defender los supermercados, los intereses de los ricos, de la arremetida del “amenazante pobrerío” y la "esplendorosa… clase media…" que ha comenzado antes de sentir hambre…el saqueo, que incluye, refrigeradores, zapatillas, televisores, bebidas alcohólicas y “souvenires para la posteridad…”. El subdesarrollo es fundamentalmente cultural.

Un país que en medio del espanto, ve como comienzan a subir los precios de todo, aprovechándose muchos de lucrar con la tragedia en fin... es una sociedad enferma a la que se le corrió la alfombra con un terremoto y dejó ver toda la miseria escondida, la material y la peor: la humana.

Un país que se asombraba desde la distancia y con un aire de superioridad, de lo que pasaba en Haití y que hoy frente al espanto, ha demostrado su precaria dignidad, en fin…

…Y yo aquí escribiendo y viendo la tragedia por la tele… sin hacer más que esto…sin ser muy distinto del promedio, a punto de preparar el desayuno de los niños, que tendrán ahora una semana más de vacaciones… gracias a la naturaleza. Cuando suena el teléfono y los amigos del resto del mundo me preguntan cómo estamos, mientras un bombero voluntario, rescata un cuerpo de entre los escombros en el Canal 13.

PD: Todo esto me recuerda la novela "Ensayo sobre la ceguera de José Saramago".

CHILE, GRIETAS DE UN TERREMOTO

Álvaro Cuadra

Nuestro país ha sufrido un terremoto de magnitud mundial. Todos sabemos que no es el primero y que no será el último. Este tipo de catástrofes que nos sacuden cada tanto desnudan todas aquellas carencias que se han acumulado a lo largo de los años. Como suele ocurrir en estos casos, en un país desigual, las víctimas son los más débiles, los más pobres. Es cierto, las catástrofes no se pueden predecir con exactitud y son eventos fuera del control humano. No obstante, para cualquier gobierno en nuestro país, este tipo de cataclismo es absolutamente previsible y está dentro del horizonte de probabilidades. Por ello, resulta más que inquietante la ausencia de una política seria a este respecto. Este papel le corresponde al Estado, aunque les moleste a los fanáticos del neoliberalismo.

Ante la tragedia que hoy enfrentamos todos los chilenos, es imprescindible esclarecer algunas cuestiones de fondo. Desde un primer momento se ha advertido una grave falta de coordinación entre las diferentes instituciones que suponemos debieran actuar en circunstancias extremas. Digámoslo con todas sus letras, los funcionarios civiles o uniformados no han estado a la altura. El terremoto ha mostrado las grietas no sólo de los edificios, carreteras y puentes sino que ha mostrado las graves fisuras institucionales y sociales que aquejan al país. Los síntomas son claros, abandono de amplios sectores populares, negligencia de funcionarios y, consecuentemente, vandalismo desatado. Si bien la respuesta inmediata ha sido la militarización de la zona -que promete ampliarse- es claro que tal medida no soluciona ninguno de los problemas de fondo.

En estos momentos de tristeza y aflicción para todos quienes compartimos una historia y una geografía, la única conducta responsable es la más amplia solidaridad hacia los que están sufriendo no sólo el luto sino el desamparo. Pero al mismo tiempo, reclamar políticas concretas tendentes a mejorar las condiciones de vida de los sectores más marginados del país. La situación actual ha agravado la falta de caminos, hospitales y escuelas en varias regiones, es hora de que el Estado recupere la iniciativa ante tales demandas. La caridad no debe confundirse con justicia social.

El desastre ha puesto de manifiesto todas las falencias del “modelo chileno”, desde el debilitamiento del Estado para actuar a este tipo de situaciones hasta la ausencia de una cultura cívica y solidaria responsable. La televisión exhibe hasta la saciedad las consecuencias físicas del cataclismo, sin embargo, pocos advierten las fisuras sociales que han quedado de manifiesto ante el grave sismo. Los sueños de llevar a nuestro país a los umbrales del mundo desarrollado, se desdibujan ante la mísera realidad social, que vive una gran mayoría de los chilenos. Contra el individualismo, el éxito y la competitividad proclamados por los idólatras del mercado, los grandes desastres naturales nos confrontan con un imperativo ético y político que apunta al “gobierno común”. Las tragedias no pueden privatizarse.

Álvaro Cuadra es Investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados, ELAP, Universidad ARCIS.

Publicado por ALAINET - http://www.alainet.org/

COMENTARIOS SOBRE EL TERREMOTO EN CHILE

Hola Ricardo,
Lo conversamos días atrás, los milicos obedecen a la incapacidad del gobierno para dar respuesta a las necesidades inmediatas de la población y por otro lado tienes que agregarle el hecho que no existe el tejido social que permitiera a la gente tomar el control organizado de la población, tal como ocurrió el año 71, cuando terremoteó en Valparaíso con epicentro en la ligua.
Creo que los análisis serán muy profundos, pero si Uds. son más perspicaces, te darás cuanta que la gente de plata no está reclamando por nada, son como siempre los pobres los que han salido a la calle a buscar un litro de leche para sus hijos, un pañal, agua, algo de comer, son los pobladores pobres, aquellos a los cuales el sistema no les ha chorreado, son ellos los que han salido a buscar comida, pero además a manifestar su rabia contra un sistema de tarjetas de crédito que no podían usar para resolver su alimentación.
En estas oportunidades existen también la delincuencia, la que con camionetas han salido a saquear, y eso los muestra tal como son, reaccionarios en la medida que si podían quitarle la comida a sus pares lo hacían.
En la medida que pase el tiempo nos iremos enterando de cosas que son el reflejo de la sociedad en la cual vivimos, como por ejemplo que la Presidenta pidió un helicóptero a la Fach y recién cuatro horas después estaba listo, que las comunicaciones de la Armada; que es la que tiene que avisar de un maremoto; no funcionaron, que USA le aviso 15 minutos después del terremoto a Chile que había un tsunami y que nadie les hizo caso, que los muertos podían ser muchos mas si no es por la iniciativa de la población de los lugares costeros y de algunos carabineros que llamaron a la población a retirarse.
En fin creo que es mucho lo que se puede decir, pero esta todo hecho para que los verdaderos saqueadores, los que legalmente estan siempre esquilmando a los mas humildes, los bancos, las empresas constructoras que colocan menos material para abaratar costos sean denunciados criminalmente.
Te mando un abrazo.
Luis

CHILE: SE DESMORONA EL “MODELO”

Simón Morales

Toque de queda hasta el mediodía. Un muerto y decenas de detenidos
Bachelet saca 50.000 represores a la calle. Continúan los saqueos ante la falta de ayuda del Gobierno. En Talcahuano usan los saqueos para hacer ollas populares


Miles de personas salieron de nuevo a las calles al atardecer del lunes para saquear locales de alimentos, ropas, y farmacias pese a los intentos de la policía por defender la propiedad privada, tres días después del terremoto que ha dejado (oficialmente) 723 muertos.
El saqueo tenía lugar pese al sobrevuelo de helicópteros de la policía, los intentos de policías antimotines por detenerlo y la llegada de miles de militares que entraron a la ciudad bajo el aplauso de los residentes de barrios caros, que gritaban "finalmente, finalmente" como una demostración de rechazo a los saqueadores de sus tiendas.
Por la tarde del lunes, un violento incendio estalló en el edificio de la tienda La Polar. Testigos dijeron a medios locales que el incendio fue provocado por empleados del propio supermercado, seguramente en un intento del dueño de cobrar un seguro más sustancioso.
Mientras que durante la madrugada del lunes se informó de un muerto y más de 55 detenidos por no respetar el toque de queda en Concepción, entre las 9:00 pm y las 12:00 am. Es el primero que se implanta en Chile en 20 años.
En Talcahuano, el principal puerto militar y pesquero de Chile, se produjo un tsunami que arrastró barcos pesqueros 600 metros dentro de la población y destrozó muchas viviendas populares.
La gente comenta que al sentir los temblores tomaron la decisión de salir corriendo de sus casas y refugiarse en una loma, el punto más alto de la ciudad, cerca de donde viven los ricos. Sin embargo, los bomberos y la policía, seguramente en un intento de proteger el barrio caro, pasaban con altavoces diciendo que no había peligro y que la gente vuelva a sus casas. Pocos minutos después la gran ola arrasó la parte baja de la ciudad.
La gente comentaba que si hubieran hecho caso a las autoridades, ahora habría cientos de muertos. Ante la falta de ayuda del Estado "modelo", el pueblo se organiza. Durante el día grupos de hombres salen a saquear tiendas y fábricas de conservas de pescado, que luego las mujeres cocinan en ollas comunitarias. Por la noche vuelven a acampar a la zona alta.
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Se desmorona el “modelo” y vuelven los militares al poder
Una catástrofe “natural”, la del terremoto de esta semana que golpeó a gran parte del país, hizo que surgiera desde las profundidades de la sociedad la miseria, la corrupción, los privilegios de clases y el amor a los militares.
Es lo que engendró el “modelo” chileno desde el retorno de su “democracia vigilada” por las FFAA y administrada por los civiles de la Concertación (socialdemócratas de derecha y democracia cristiana) y apoyada en la estrategia por la derecha neopinochetista del recientemente electo Presidente Piñera.
Cientos de kilómetros de autopistas se deshicieron como arena, demostrando que más allá del poder de los 8.8 puntos de intensidad del terremoto, estaban construidas con materiales lejos de las expectativas que son de esperar para la construcción de las mismas en un país “naturalmente” propenso a catástrofes de esta naturaleza.

Publicado por La Haine : http://www.lahaine.org

ACIERTOS HISTÓRICOS DE LA CONCERTACIÓN

Alejandro Kirk

La Concertación “tuvo un acierto histórico al continuar en todo lo esencial las modernas políticas económicas del gobierno militar”, sentencia, veraz y caritativo, el editorial de El Mercurio este domingo.

En el mismo diario, el ministro designado de Economía, Felipe Larraín, destaca que “tenemos muchos puntos en común con (el actual ministro de Hacienda) Andrés Velasco, los dos venimos del mundo académico, somos bastante amigos y hemos escrito cinco trabajos que están publicados dentro y fuera de Chile”. Y agrega: “soy bastante cercano a los ex ministros de Hacienda de la Concertación”.

Larraín y otros futuros ministros entrevistados por El Mercurio también indican los nombres de confianza en la nueva oposición: el más mencionado, seguramente por sus pergaminos golpistas de 1973 y su inclinación natural a la derecha, es el antiguo y porfiado senador DC Andrés Zaldívar, y luego los DC Patricio, Ignacio y Matías Walker y Jorge Burgos, y los PPD Felipe Harboe y Ricardo Lagos Weber.

“Confío enormemente en personas como Camilo Escalona”, dijo además Cristián Larroulet, el casi ministro Secretario General de la Presidencia.

Los voceros económicos del futuro Gobierno no tienen problemas en usar sus promesas electorales como papel higiénico y restregarlas luego en la cara del "pueblo soberano" que los llevó al poder: no habrá un millón de nuevos empleos en los próximos cuatro años, como repetía majaderamente Sebastián Piñera en el último debate electoral, sino –y sólo si las circunstancias son favorables- apenas 800 mil.

Pero para crear 200 mil empleos al año, se necesita un crecimiento anual de 6 por ciento, la otra gran promesa. El ministro designado de Hacienda, Juan Andrés Fontaine, confiesa que ese 6 por ciento se podría alcanzar sólo “hacia fines del período presidencial”. Pero ésta, dice, “es una meta extraordinariamente ambiciosa”. Mientras tanto, el objetivo es de sólo 4 por ciento, si todo sale bien.

“No puedo asegurar que cada año el crecimiento sea del 6 por ciento, porque el crecimiento anual está sometido al ciclo económico”, explica sagazmente Fontaine, evidenciando su excelencia profesional. Y no sólo eso, también estima que “sería un error evaluar al Gobierno con la vara del crecimiento del producto anual”.

En cuanto a la famosa “red de protección social” que jamás se iba a tocar, el futuro ministro Larraín anuncia que el aumento del llamado gasto fiscal –con el que se financian las inversiones sociales, que para ellos son gastos, no inversiones- “se reducirá de 19 por ciento a 4 por ciento anual”, o sea cinco veces menos recursos para consultorios, escuelas o viviendas sociales.

Tras muchos meses de escuchar al coro de expertos, empresarios y ministros decir primero que a Chile la crisis mundial no la tocaría, y luego que fue el país mejor preparado para enfrentarla, ahora Larraín dice lo contrario: “la crisis nos pegó mucho más que a los países emergentes y más que al mundo en promedio”.

En lo que parece un elogio, de los 22 ministros designados, según las crónicas de El Mercurio, 14 son socios de empresas, nueve participan en diversos directorios, y 11 tienen estudios de postgrado en Estados Unidos. Son, aparentemente, pruebas irrefutables de la “excelencia” que los califica para gobernar.

Y la guinda: el ministro más joven del gabinete de Piñera, Felipe Kast, es hijo del fallecido ex ministro de Planificación, del Trabajo y ex presidente del Banco Central de la dictadura, Miguel Kast. Uno de los aportes de este sujeto al desarrollo de Chile fue la reforma previsional que privatizó el sistema de jubilaciones y financió el enriquecimiento de los nuevos grupos económicos.

En la Universidad Católica, en 1971 Kast fue activista de los grupos paramilitares con que la derecha defendía la democracia del comunismo ateo, y más tarde uno de los llamados Chicago Boys, que construyeron el modelo económico que con “acierto histórico” la coalición de “centroizquierda” no sólo jamás tocó, sino que se afanó durante 20 años en consolidar.

Entre los discípulos de este prócer de la patria se menciona además a los nuevos ministros Larroulet y Joaquín Lavín, el hombre del Opus Dei a cargo de la Educación.

El Mercurio, inundado de poder, ha vuelto a ser indispensable.


(*) Alejandro Kirk (Chile)
Director de Proyectos Especiales de la agencia de noticias IPS (Inter Press Service).
Periodista por la Universidad Central de Venezuela, ha sido redactor de El Diario de Caracas, corresponsal de IPS en Caracas y Naciones Unidas, Editor del Servicio Europeo,
Jefe de Redacción para Latinoamérica, Subjefe de Redacción de la Mesa Mundial,
Director de las oficinas regionales de África y América Latina, Autor del Manual de Estilo de IPS (1989)y del Manual de Estilo de Periodismo de Ciudades (2000) realizado por IPS en cooperación con UNESCO

Publicado en: http://proycom.bligoo.com/

LOS SILENCIOS CÓMPLICES, LAS MEMORIAS SESGADAS Y LA MALVADA "REAL POLITIK" A LA CHILENA

Dr. José Venturelli

La noticia corre: radios y periódicos aceptados por el establecimiento chileno, la dicen ahora: El flamante Comandante de este nuevo Estado Mayor Conjunto, General Cristián Le Dantec Gallardo ha sido vetado por la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.

Una nueva estructura -innecesaria y carísima- se viene a sumar a las ya muchas existentes en la FFAA's. Es poco probable que vaya a ser significativa para un país que debería tratar mejor a su pueblo, cuando la selección de su jefe se hace del modo "tradicional". Es decir, olvidando los principios para una buena democracia. Lo hecho por la presidenta no es distinto de poner, por ejemplo, a la cabeza del Intituto de Derechos Humanos, también recién creado, al Subsecretario del Interior, cuando históricamente ese ministerio ha sido más parte del problema que de la solución de dichos problemas. Para muestra... el botón del Sr. Patricio Rosende quien se desgañita criminalizando al pueblo mapuche, que es lo que Naciones Unidas viene criticando de la actitud del gobierno de Chile por muchos años... y sin resultados reales. Van ya 22 muertos mapuches a manos de la represión, un niño desaparecido, cientos de presos políticos mapuches, reciclados en las cárceles, torturados muchos. Todo esto desde que hemos vuelto a ser "democracia" con una constitución dictatorial que todo lo permite.

Este nuevo Jefe, el general Cristián Le Dantec Gallardo tiene antecedentes de haber sido testigo de los crímenes de la zona de Paine. Paine es donde proporcionalmente más crímenes hubo en todo el país al inicio de la dictadura. Él fue testigo. Y fue a declarar "voluntariamente" sólo en el 2008. Es decir, nos indica la noticia de que se quedó callado, siendo un oficial recién recibido, de esos horrendos crímenes. Recordemos: él fue testigo, es decir, estaba allí cuando ocurrió. El haber sido testigo de esos crímenes y solamente haber esperado declarar hasta en 2008 es poco digno: habla muy mal de este, hoy, general y que en aquellos años fuese oficial de baja graduación. Son los silencios culposos y culpables que cubren el oportunismo ya conocido. Seguir "haciendo méritos" en el silencio institucional de un crimen mayor y haberse quedado callado por décadas no demuestra capacidad de liderazgo para un avance hacia la democracia ni un verdadero apoyo a un estado de derecho que, hay que repetirlo, implica el respeto de los derechos de la población y no de unas leyes mal habidas y represivas como las de la actual Constitución. Faltó al principio central del respeto a los derechos humanos y a lo que se espera de quien dice tener como función central defender a su pueblo. Probablemente eso no era lo que tenía en su mente entonces y por varias décadas.

No es la primera vez que sucede esta "falta de memoria": hace unos meses, para sólo recordar un nombramiento adicional, tuvimos el nombramiento de otro general envuelto en la Caravana de la Muerte. Nos dice El Mercurio, el 6 de noviembre del 2009, sin crítica alguna de su parte por supuesto, que "la presidenta designó al general Juan Miguel Fuente-Alba Poblete para suceder al general Óscar Izurieta como comandante en Jefe del Ejército a partir del 10 de marzo de 2010". Este tipo de errores nos hace dudar de cómo irá a sesgarse el trabajo del Museo de la Memoria cuando su designada directora será la misma que ha cursado estos nombramientos... Ser parte del establecimiento parece llevar a crear enormes hoyos, tipo queso Gruyère suizo, en las cabezas cooptadas por el sistema y los co-gobiernos post-dictadura.

El rechazo por los grupos de DDHH’s de este nuevo jefe militar es merecido. También lo fueron varios anteriores con similares antecedentes. Si no intentaron denunciar los crímenes, cuando ocurrieron y ellos estaban allí, dada la posición que tenían, fueron, por lo menos, cómplices. Negar esto no es aceptable: deben ellos mismos presentarse como voluntarios para ser juzgados y no quedar como lo que es evidente: instrumentos del blanqueo y de la impunidad que aún existe. Esto es un crimen de lesa humanidad.

Malos vientos se vienen cuando sabemos que el presidente electo y su presidente del senado ya piden a los cuatro puntos cardinales impunidad y olvido. No basta pretender ser demócrata y respetuoso de los DDHH's: hay que demostrarlo. Esperamos una demostración de genuina auto-crítica para las víctimas, de una reparación y del juicio de los que siguen siendo impunes, cupados con condenas remitidas o tantos escondidos que siguen saliendo a flote en gloria y majestad por muchos lados.

Dr. José Venturelli
Vocero Comisión Ética contra la Tortura - Secretariado Europeo

Publicado en: http://www.elclarin.cl/

EL GABINETE DE LOS "ILUMINADOS"

Tomás Hirsch

En estos días de presentación del nuevo gabinete se han puesto de moda las estadísticas. Tantos de la UDI, tantos de RN. 8 de Harvard, 3 del MIT, 2 de Yale. 99,9 de la universidad católica. Yo no tengo estadísticas pero tengo varias preguntas que sería bueno si algún centro de estudios me puede responder: ¿Cuantos de los futuros ministros conocen la Pintana?
(Pressenza) Santiago, 10/02/10
¿Ha ido alguno a Pedro Aguirre Cerda? ¿Y a los barrios de Talcahuano?, a la población Alemania de Calama?, la que está permanentemente infectada de olor a aguas servidas?-¿Cuántos han conocido una familia monoparental? ¿Saben que hay varios millones de mujeres jefas de hogar? ¿Cuál de ellos ha conocido un mapuche fuera de su nana, el panadero o su jardinero? ¿Qué porcentaje de ellos vive con menos de 3 millones al mes?

Me pregunto si el nuevo ministro de Salud sabrá que los hospitales públicos son diferentes a la Clínica Las Condes. (A propósito, no deja de ser curioso saber que hasta hoy es empleado de Piñera, quien es uno de los dueños de esa clínica). ¿Sabrá el de Agricultura que a las comunidades del extremo norte las están dejando sin agua? ¿Y el de Minería? Aparte de dedicarse por largos años a acrecentar la riqueza del señor Paulmann, ¿sabrá que en la minería del cobre se explota a los subcontratistas impidiéndoles incluso la libre práctica sindical? ¿Sabrá que las multinacionales pagan el royalty más bajo del mundo por llevarse el cobre chileno? Bueno, hay que reconocer que aparte de Cencosud, también ha ayudado mucho a Ripley y otros cuantos grupos económicos.

Y el flamante nuevo ministro de Educación, dueño de la Universidad del Desarrollo, ¿conocerá la realidad de los estudiantes de las escuelas particulares subvencionadas, que sufren a diario los efectos de una educación que es negocio antes que derecho? En todo caso, no es el único gran representante de esta Universidad. El nuevo ministro de la Presidencia es su socio en el sabroso negocio de las inmobiliarias dueñas de la universidad y que hacen el negocio que la casa de estudios por ley no puede hacer.

Sigamos, sigamos. Hay que felicitar al ministro de Defensa; siempre fue un hombre vanguardista. ¿Se habrá adelantado sólo unos meses a los pasos que dará su conglomerado demócrata cristiano? Algunos son sabios y saben ubicarse donde sopla el viento.

Hemos conocido el nuevo gabinete. El gabinete de los iluminados. Han descendido desde las alturas para mostrarnos su excelencia. El gabinete de la Clínica Las Condes, de la Universidad del Desarrollo, de Cencosud, de Ripley, de Falabella, de Alsacia y otras cuantas joyitas inalcanzables para el común de los chilenos. El gabinete de Harvard. ¿Sabrán ellos que la gran mayoría de los jóvenes chilenos, si llega a la Universidad, lo hace endeudándose de por vida? ¿Y que la mayoría de las veces ni siquiera logra obtener su título? ¿Y que si lo obtiene, debe terminar trabajando “en lo que haya nomás”?

El nuevo presidente nos refriega que son los “excelentes”. ¿Que define su excelencia? ¿Cuál es exactamente su “vocación de servicio público”? ¿Haber dejado el campo por un rato? Vamos, vamos señor Piñera. Como dice un buen amigo, en Chile somos pocos y nos conocemos mucho. Y conocemos muy bien a sus acompañantes como para tragarnos el cuento de la vocación de servicio público. No venga a tratar de convencernos que porque aportan el vuelto en la farmacia (sus farmacias por lo demás), tienen una elevada vocación de bien público.

Mientras escribo estas líneas vienen a mi memoria las recientes fotografías del nuevo gabinete de Evo Morales, constituido por hombres y mujeres de trabajo, sindicalistas, obreros, dirigentas sociales. ¡Qué lejos estamos de eso con su gabinete de “Excelencia” señor presidente!

Hubo un cambio, hay que reconocerlo y decirlo: no hubo cuoteo político en la repartición de cargos. Ahora el cuoteo fue entre los grupos económicos dueños del país.

En este país de la valoración del éxito medido por lo que se tiene, seguramente muchos alabarán a sus exitosos ministros. Por mi parte prefiero quedarme con los valerosos hombres y mujeres de mi pueblo, tan ausentes de su iluminado gabinete. Ellos no son tan exitosos como sus ministros, pero son honestos, esforzados, jugados por los suyos, solidarios. Ellos son la verdadera gente de excelencia.

Publicado en: http://pressenza.com/npermalink/

"GENERAL PINOCHET, ESTE TRIUNFO ES PARA USTED"

Fuente: CubaDebate 29-01-2010



“¡¡Comunistas, maricones, les mataron los parientes por huevones!!”
Algunos de los "cantitos" que entonaron los simpatizantes de Sebastián Piñeira frente a la sede del PC chileno. Lamentable, como mínimo... ¿Se viene el zurdaje Mirtha? Uuf! Una razón más para apoyar nuestro modelo. A agarrarse que se viene la embestida...


El pasado 18 de enero un presidente de derechas se alzó con el poder en Chile por primera vez desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, hace 20 años. El multimillonario Sebastián Piñera ganó la segunda vuelta de las elecciones con un 53,6% de los votos, derrotando al candidato oficialista, Eduardo Frei, quien no tardó en felicitar a su rival con mucha deportividad. También Piñera se mostró como un elegante ganador sin escatimar loas hacia Frei.
Algunos socios de Piñera mantienen vínculos con la sanguinaria dictadura de Pinochet, pero el nuevo presidente se apresuró tras la victoria a anunciar la creación de un gobierno de unidad nacional que “contaría con los mejores”. Ítem más, Piñera se había comprometido al final de su campaña a no incluir a figuras de la dictadura entre sus colaboradores.
El discurso del multimillonario presidente y su talante conciliador contrasta con el de algunos de sus seguidores que se concentraron frente a la sede del Partido Comunista de Chile para celebrar la victoria de la derecha.
Según muestra el video, estos seguidores no se conformaron con gritos como “Se siente, se siente, Piñera presidente” y se les escaparon algunas animaladas del tipo: “Comunistas, maricones, les mataron los parientes por huevones”.
No faltaron los vivas al ex dictador, con cánticos como “General Pinochet, este triunfo es para usted”, y el anhelo al golpe de estado del 11 de septiembre de 1973: “Con los huesos Allende haremos un gran puente, por donde pasarán Augusto y sus valientes”.
Augusto José Ramón Pinochet Ugarte murió el 10 de diciembre de 2006 antes de ser juzgado por la muerte o desaparición de más de 3.000 personas y las torturas a otras 28.000 durante su dictadura militar.

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¿CÓMO ENTENDER LO DE CHILE?

Leonardo Ogaz A.

Las buenas maneras del traspaso presidencial refrendan la disolución posmoderna de paradigmas. Como si en Chile no existiera una diferencia abismal entre mayoría de la población y élite dominante.
A más de alguien debe haber sorprendido que una Presidenta Socialista exitosa dé paso a un presidente de derecha que gobernará con muchos de los que apoyaron al gobierno de Pinochet.
La contradicción es solo aparente, en realidad en Chile desde que se abrió paso al régimen que sucedió a la dictadura, dos coaliciones, la de derecha y la “Concertación por la Democracia”, alianza entre la Democracia Cristiana dos partidos de corte socialdemócrata y el Partido Socialista de Chile que copa el espacio político dela centro derecha y la centro izquierda, se han puesto de acuerdo en al menos dos cosas fundamentales: no tocar el modelo económico neoliberal dejado por la dictadura y no cambiar sustancialmente el régimen electoral binominal que les garantiza una cuasi paridad, se necesita, entonces para cualquier iniciativa política importante de acuerdos, y así han estado manejando el sistema en una especie de cogobierno informal durante 20 años en una “democracia de acuerdos”, pero excluyente de todas las minorías. Y es muy probable que esto siga en una surte de intercambio que se parece bastante a la teoría de Wilfredo Pareto acerca de la circulación de las élites.
La astucia de la “Concertación” actual alianza gobernante de empoderarse del modelo neoliberal y del régimen político dejado por la dictadura ha terminado. El degaste, la corrupción y una hábil campaña de la derecha la han desbancado. Una determinada gestión junto a un estilo de hacer política de los partidos integrantes de la “concertación” ya había concitado un enorme malestar incluso al interior de sus propias filas, además con el paso del tiempo las diferencias y los matices de las dos coaliciones enfrentadas en lo insubstancial, se fueron desdibujando, las ideologías licuando en la ensalada posmoderna de lo que se ha dado en llamar la política transversal, ahora da lo mismo los políticos de derecha que los de izquierda puesto que lo que se discute son los detalles.

La propia concertación preparó con esto suderrota, quien mejor se maneja en esta atmosfera populista y clientelar es la derecha y su triunfo sigue la lógica del ambiente liviano y farandulero en que se ha transformado la cultura política chilena. Tan es así que el candidato de la derecha Sebastián Piñera acaudalado millonario se presentó con una estrategia que trabajó sutilmente la idea de que era él la verdadera continuidad del progresismo de la presidenta. Ahora la Señora Bachelet deja paso a la expresión política de los principales beneficiarios del sistema que se ha instaurado en Chile, los grandes empresarios y las empresas multinacionales.
Las buenas maneras del traspaso presidencial refrendan esta disolución posmoderna de paradigmas. Como si en Chile no existiera una diferencia abismal entre la mayoría de la población y la élite dominante. Habla además de la tremenda hegemonía del pensamiento neoliberal en Chile que ha llegado a convertir hasta a ciertos sectores socialistas en obsecuentes defensores de la economía de mercado, incluso pudimos escuchar en la primera vuelta de la campaña presidencial al candidato del Partido Comunista, un socialista disidente de viejo cuño, decir que el mercado es un perfecto asignador de recursos.
La astucia de la “concertación” consistió en vestirse con ropa ajena, aunque se duda hoy que tuvieran una ropa propia, la aceptación del neoliberalismo y las estructuras de reproducción política dejadas por la dictadura, es la causa profunda de la derrota, a pesar que de bocarechazaban el binominalismo, se acomodaron y en 20 años no las cambiaron, la excusa de que la derecha se oponía revela la absoluta incapacidad política o la anuencia cómplice de no romper definitivamente la institucionalidad pinochetista.

Quizás el aporte más significativo de la coalición saliente sea el haber impuesto una especie de neoliberalismo social con inversiones en salud y educación cuyo eje lo constituyó una red de protección social que impulsó en el último período la presidenta Bachelet, además de una política de subsidios a través de bonos a los sectores más empobrecidos, que ha instaurado un populismo bonocrático que sumado al control mediático les ha permitido mantener importantes niveles de adhesión.
En realidad el 80% de popularidad que exhibe la presidenta Michel Bachelet es en gran medida una hechura mediática impulsada por toda la izquierda, el centro y la derecha, esta popularidad no podía ser transferible a su coalición porque la mitad de esa popularidad era generada por la propia derecha que evaluaba positivamente a la presidenta socialista ya que el manejo económico seguía la ortodoxia neoliberal con la cual el empresariado chileno está más que satisfecho. Mientras en plena campaña presidencial el gobierno se negó rotundamente a resarcir a los profesores de una deuda previsional histórica dejada por la dictadura, derrotando una larga huelga de los maestros, las cámaras empresariales no dejaban de elogiar la política responsable de la presidenta.
El balance profundo de los 20 años de los gobiernos concertacionistas no es para sentirse orgullosos. En un estudio reciente realizado por la Escuela de Economía de la Universidad de Chile se dan los siguientes datos: el 68% de los chilenos no tienen un contrato laboral permanente, sino precarista, lo que habla de una tasa de explotación impresionante.

Otro 68% gana menos de 180.000 pesos mensuales ( menos de 360 dólares), que el 62% de los niños nacen sin familias constituidas; que el 46% de los chilenos padecen de neurosis o depresión; que el 66% de ellos no lee ningún libro al año; que la tasa de delincuencia permanece alta y si agregamos quela represión al pueblo mapuche continúa y que los niveles de distribución del ingreso son obscenos y explican el clasismo estructural de la sociedad chilena vemos que la situación dista bastante de la imagen mediática que presenta a Chile como caminando hacia el desarrollo.
En conclusión se cambiará de gobierno pero no de modelo, habrá otros matices más regresivos por ser un gobierno de derecha y la política internacional del nuevo gobierno se enfrentará con los gobiernos progresistas de América Latina. El escenario próximo de la coalición derrotada, cuyo principal partido es el Demócrata Cristiano, es de una crisis profunda que la puede llevar a su ruptura definitiva, ya que sobre todo este partido, el demócrata cristiano, no puede articular un proyecto esencialmente distinto al de los derechistas triunfantes.

Publicado en: http://www.kaosenlared.net/

DEL NEOLIBERALISMO ENCUBIERTO AL LIBRE MERCADO DESATADO

Paul Walder

El once de enero, a escasos días de la segunda vuelta presidencial, Michelle Bachelet firmó el ingreso de Chile a la OCDE. La inscripción fue calificada por la gobernante como el fin del camino de modernización y apertura comercial iniciado por el primer gobierno de la Concertación. Tras veinte años de persistentes políticas a favor de la inserción de Chile en los mercados globales, a través de profusos acuerdos comerciales con naciones de todo el planeta, Bachelet resumía el evento: “Lo que ha ocurrido durante estos veinte años es histórico. Chile deja atrás el subdesarrollo y se encamina a paso firme para convertirse en una nación desarrollada en unos años más”.

Una satisfacción más bien personal que no pudo impregnar a la opinión pública del mismo modo como lo lograron las firmas de tratados comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea, interpretados entonces como el “ingreso de Chile a las grandes ligas”.
La pesadumbre por la baja votación conseguida por Eduardo Frei en la primera vuelta electoral del 13 de diciembre y la inquietud por los resultados de la segunda vuelta del 17 de enero pasado, oscurecían tanto la mirada retrospectiva de las políticas de la Concertación como la visión futura. Porque muchos de los temas levantados por el candidato de Izquierda, Jorge Arrate, y el independiente Marco Enríquez-Ominami fueron críticas directas a las políticas económicas de veinte años que destacaba, erradamente, Michelle Bachelet.
Si el gobierno ha considerado el ingreso del país a la OCDE como el salto hacia una correa transportadora que conducirá al pleno desarrollo, la percepción en la opinión pública se mueve por otras realidades: los efectos directos, individuales y sociales, de aquel anunciado y nunca alcanzado desarrollo.
Las consecuencias locales de la inserción de Chile en los mercados mundiales de la globalización económica y financiera, han sido la desregulación de todos los mercados nacionales y la concentración de la propiedad en las grandes corporaciones, lo que llevó, durante los últimos veinte años, a una entrega sin precedentes del poder al sector privado, a todo tipo de abusos corporativos, a la pérdida de derechos ciudadanos y a un aumento persistente de la desigualdad en la distribución de la riqueza. Durante estas dos décadas las grandes corporaciones de los sectores industriales, de servicios y, de modo especial, financiero, lograron ganancias inéditas en Chile, las que, pese a la negada pero vigente política del chorreo económico, no se extendieron al resto de la población.
Todo Chile ha trabajado para el enriquecimiento ilimitado del gran capital. Un ciego malestar Tras más de veinte años de neoliberalismo sin efectos favorables en la calidad de vida, el ciudadano finalmente ha expresado su malestar. Y nada más claro que el voto. Pero no se trata de un fenómeno reciente. La votación contra la Concertación es resultado de un proceso nacional subterráneo escasamente medido y poco escuchado por los gobernantes. Desde comienzos de la década, y tras la crisis asiática, los reiteradamente anunciados beneficios de la apertura comercial y la globalización económica y financiera ya eran interpretados por el país con creciente sospecha. Porque a la prédica de “más y mejores empleos” la evidencia era otra: un alto desempleo y deterioro, mediante externalización y flexibilización laboral de hecho, de los trabajos. Frente al discurso de más y mejor consumo, el ciudadano se vio prisionero de la concentración de la propiedad y de prácticas de colusión de precios -algunas evidentes pero muchas ocultas-, y de un sistema crediticio abiertamente usurero y amparado por la institucionalidad económica sostenida por los gobiernos de la Concertación. Un consumo pagado en cuotas bajo la intimidación permanente de Dicom, castigo no sólo económico, sino que significa la supresión de la condición de consumidor, de ciudadano. Ante éstas y numerosas otras evidencias, los chilenos fueron alimentando un amargo resentimiento tanto a las políticas y a la falsa retórica de la Concertación. Aunque los gobiernos de la Concertación, y en especial el saliente de Bachelet, intentaron destacar una vertiente social -desde el crecimiento con equidad de Ricardo Lagos a las redes de protección social de Bachelet-, la realidad, medida el 13 de diciembre y el 17 de enero, ha sido otra. Ya hacia la mitad de la década la Iglesia Católica tuvo que interceder varias veces en conflictos sociales y laborales derivados de una institucionalidad hecha a medida de la gran empresa, debió proponer un salario ético más justo para los trabajadores y, tal vez el llamado más concreto, criticar la esencia del mal: el modelo neoliberal.
Sondeos muy poco difundidos hablaban desde comienzos de la década del fuerte malestar que había producido en los chilenos la ampliación y consolidación del modelo de libre mercado. Estudios del PNUD concluían que una gran mayoría de la población quería más intervención del Estado en la economía. No bastaba con una mayor regulación, cuyos resultados sólo han demostrado la debilidad del Estado para fiscalizar y castigar a las grandes corporaciones, sino un giro en la ortodoxia del mercado. En noviembre pasado, la BBC divulgó un sondeo mundial sobre el apoyo al modelo neoliberal, el que fue en su momento silenciado por la gran prensa chilena. Sólo meses más tarde el periodista chileno Ernesto Carmona rescató el estudio y lo hizo circular a través de Internet. Los datos son contundentes y reflejan que más del 90 por ciento de los chilenos estima que el Estado debe asumir un rol más activo en la economía.

Entre otros datos, la encuesta reveló que casi la mitad de los chilenos “está de acuerdo en declarar que el capitalismo de mercado libre tiene problemas que requieren resolverse con más regulación y reformas, pero el 20 por ciento cree que se necesita un sistema distinto (...) en tanto un 72 por ciento de los encuestados aprueba más control gubernamental de industrias importantes, un 91 por ciento opina que el gobierno debe tener un rol más activo en la distribución uniforme de la riqueza y un 84 por ciento pide una mayor presencia del gobierno en la actividad reguladora del capitalismo”. Tal vez la conclusión más rotunda es que Chile, tras Brasil, es el país, entre 27 naciones estudiadas, con mayor rechazo al sistema neoliberal. De acuerdo a la encuesta, los chilenos repudian sin más el actual modelo económico, fenómeno tal vez percibido por la Concertación, que incluyó en su discurso electoral la idea de “más Estado”, eslogan que se levantó como una paradoja al observar las políticas de los últimos veinte años. Para ello basta recordar que durante el gobierno del derrotado Eduardo Frei se entregaron al sector privado áreas tan sensibles como el agua potable y los puertos. Frankenstein de la Concertación La resistencia al neoliberalismo en un país que ha desarrollado y acariciado este modelo con una fruición sin parangón en el mundo durante más de treinta años, es un caso que ha de tenerse en cuenta. Porque el malestar sucede también en una nación despolitizada, carente de organizaciones sociales y sin una prensa masiva que ejerza la crítica, rasgos que han favorecido al populismo de la derecha. El modelo neoliberal, instalado a la fuerza por la dictadura, fue moldeado por la Concertación para regocijo de la derecha, y financiado por el gran sector privado, que ha convertido el consumo de masas en el único objetivo de la democracia. Un largo proceso que abarca ya más de una generación y que terminó por identificar a la Concertación con las penurias del modelo. Aun cuando es la derecha económica amparada por los militares la que detenta la paternidad neoliberal, fue la Concertación quien alimentó, fortaleció y embelleció a la criatura. Hoy, con rasgos de Frankenstein, ha destruido a quien la tomó en tan cálida adopción. Los efectos del modelo no están sólo en el mall y en artilugios de consumo, presentados a modo de zanahoria a los ojos del burro. Los verdaderos efectos, que son el garrote, están en la comercialización de todas las actividades de la vida, partiendo por la salud, la educación y todos los servicios. Y también están en el alto desempleo, en el pavor producido por la inestabilidad laboral, en la inequidad, en la desprotección social. Se trata de efectos negados por el sector privado y, si bien últimamente y muy tardíamente reconocidos por los gobiernos, nunca resueltos. Un ejemplo de la mínima incidencia de estas políticas asistenciales ha sido la pensión asistencial que creó el gobierno saliente para las personas que quedan al margen del sistema privado de pensiones. Esta ley, celebrada como un triunfo de las políticas públicas ante el mercado, se estrelló a poco andar con el colapso financiero internacional, que generó pérdidas millonarias a los fondos de pensiones de todos los trabajadores. Tras la debacle masiva, el gobierno, sin intervenir ni criticar el sistema privado, sólo observó los movimientos del mercado. Las condiciones laborales han quedado al arbitrio del mercado, lo que ha sido amparado durante veinte años por los gobiernos de la Concertación. Una encuesta de la Dirección del Trabajo, publicada la primera semana de enero, reflejó las condiciones laborales en el sector privado: más de la mitad de los trabajadores chilenos (55 por ciento) gana sueldos que no superan los 257 mil pesos brutos y sólo en el 5,1 por ciento de las empresas existen sindicatos activos.

La Concertación se presentó en estos años como la representante de la gobernabilidad, de la estabilidad política, de la armonía social. Una política basada en los consensos con la derecha que ha derivado en una política acotada -expresada por el sistema binominal-, en acuerdos entre las elites y en una fuerte exclusión de las demandas de la ciudadanía y de sus organizaciones sociales. Así como en estos veinte años la economía fue entregada a saciar el apetito del sector privado, la política limitada a las elites y redes de poder crecientemente corruptas, ha clausurado cualquier posibilidad de mayor democratización.

Las políticas de los consensos fueron decisiones de grupo impuestas de un modo autoritario. Un modo de gobierno que tuvo efectos en todos los aspectos de la vida política y social -derechos humanos, pueblos indígenas, políticas públicas, etc.- y que en economía se expresaron en un pacto para mantener y reforzar la ortodoxia neoliberal. Una fusión ideológica que tuvo su expresión en las propuestas de ambos candidatos. Porque si hubo diferencias, éstas fueron pequeños matices, como quedó en evidencia en la oferta del “bono marzo” anunciado por ambos candidatos.

La Concertación, enquistada en el poder político y también en el económico por medio de relaciones gozosas pero peligrosas con las grandes corporaciones, fue incapaz de ofrecer un cambio real, el que ha tomado la derecha más como figura retórica que como propuesta política ante un pueblo despolitizado, ignorante, amnésico y desmovilizado. Porque si hay algo que la derecha ha defendido durante los últimos treinta años, es el libre mercado, que es su esencia, su ley, su naturaleza. Pero como gran paradoja, esta ciudadanía, explotada por las grandes corporaciones y endeudada con el sector financiero, ha confiado de forma candorosa en los causantes de sus males. En Chile ha terminado el ciclo de los gobiernos de la Concertación. La ruptura de las fuerzas de Izquierda pudo haber sido una causa, las oscuras redes políticas y la corrupción otras, pero en especial ha sido por el descrédito de sus políticas económicas, piedra de tope para la Concertación que crecerá con la derecha. En medio de una crisis internacional que impedirá altos crecimientos del PIB para generar chorreo económico, que es la única política redistributiva aceptada por la derecha, el malestar ciudadano aumentará.

Piñera habla de cambios. Pero en los hechos, habrá continuidad en el modelo económico.
La Concertación deja el gobierno. Pero el mercado seguirá gobernando a sus anchas.

Publicado en “Punto Final”, edición Nº 703 - www.puntofinal.cl

LA DERECHA VIENE A CENAR

Manuel Cabieses Donoso

Sebastián Piñera: 3.582.800 votos (51,60%).
Eduardo Frei: 3.359.801 votos (48,39%).

Las cifras lo dicen todo. La elección del 17 de enero no merece mayor discusión.
Lo concreto es que a partir de marzo, Chile tendrá un gobierno de derecha que se sumará a la mafia de enemigos del proceso liberador de América Latina. EE.UU. reserva a Piñera un lugar destacado junto a los regímenes de Colombia, Honduras, Panamá y Perú. Un grupo tenebroso que intenta ampliar mediante elecciones o golpes de Estado según la receta hondureña.
El propósito es frenar el proceso de independencia y socialismo democrático que se reinició en la última década. Ese proceso tiene sus enclaves en Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Pero cuenta también con defensores en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. La dirección principal de la contraofensiva norteamericana persigue eliminar -usando cualquier medio- al gobierno revolucionario del presidente Hugo Chávez. La revolución bolivariana es considerada la pieza maestra que sostiene y articula al renacido movimiento por la independencia y soberanía de los pueblos que desafía la hegemonía yanqui en la región.

El próximo 26 de septiembre hay elecciones parlamentarias en Venezuela. El presidente Chávez enfrentará por enésima vez -desde 1998- el veredicto ciudadano. La oposición, casi toda digitalizada desde Washington, se jugará por retornar a la Asamblea Nacional -que abandonó voluntariamente en diciembre de 2005 para provocar un colapso institucional que no ocurrió-. Buscará usar esas elecciones para avanzar en un plan desestabilizador “a la hondureña”.
En forma simultánea, junto con tejer las redes de conspiraciones políticas, financieras y militares, EE.UU. viene montando en torno a Venezuela un cerco de bases militares con asiento en Colombia, Panamá y las islas holandesas de Curazao y Aruba. Se les suma la reactivada IV Flota norteamericana que patrulla el Caribe con su carga de cañones y misiles. El gobierno venezolano ha denunciado las incursiones de aviones espías en su espacio aéreo.

Los aprestos de intervención -o de apoyo militar a un golpe- son tan evidentes que han despertado el rechazo del gobierno de Brasil. El presidente Lula y las fuerzas armadas brasileñas saben que, a largo plazo, EE.UU. no se conformará con las enormes riquezas naturales de Venezuela. También intentará apoderarse de las reservas de agua de la Amazonia y de los grandes yacimientos de petróleo que existen en la plataforma submarina del Atlántico brasileño.
Todo lo anterior explica porqué la elección de Piñera ha provocado tanta expectación en el exterior, comparativamente más que en Chile. Desde luego los chilenos sabíamos -a través de los códigos del lenguaje de medias tintas a que nos hemos mal acostumbrado-, que la Concertación se presentaba derrotada a la confrontación electoral. Agotada como proyecto político y destrozada por disputas intestinas y ambiciones personales. En cambio, en naciones que tienen fundados motivos de preocupación por el rumbo agresivo de la política de EE.UU., se creía que la Concertación -aun con todas sus vacilaciones y blandenguerías- saldría airosa de la prueba. A ese engaño contribuyó la imagen de una presidenta Bachelet con 80% de respaldo popular.

El tema internacional casi no se tocó en la campaña presidencial, impidiendo que los chilenos conocieran los peligros que afrontan pueblos hermanos. El golpe hondureño ni se mencionó, tampoco la instalación de bases militares en Colombia y Panamá, ni el fracaso de la Conferencia sobre Cambio Climático en Copenhague, ni la crisis capitalista, ni… El listado de temas que tienen que ver con el mundo, la Humanidad y nuestra América Latina que los candidatos no abordaron en la campaña, es interminable. Repasarlo sólo sirve para confirmar la insularidad política en que vivimos. Este factor -que ha producido ignorancia, erosión ideológica y despolitización-, permite a la derecha y a la Concertación manipular las conciencias de los ciudadanos y direccionarlas con técnicas de marketing y métodos farandulescos.
Piñera es parte de una “nueva derecha” que pretende haberse desvinculado del reciente pasado de dictaduras militares que atropellaron los derechos humanos en América Latina. Esta derecha -que ha conseguido esconder su ADN golpista- ha llegado a Chile para quedarse, por lo menos es lo que pretende.

La “nueva derecha” es un invento de los estrategas del Departamento de Estado que conduce Hillary Clinton, cuyo talante imperial se ha puesto en evidencia durante los últimos meses. El nuevo engendro político viene a reemplazar a los gobiernos socialdemócratas y/o socialcristianos, como el de la Concertación, que han sufrido un acelerado desgaste por su aplicado servicio al neoliberalismo y su traición a los trabajadores. Esta “nueva derecha” controla todavía pocos gobiernos y algunos, como el de Alvaro Uribe, apestan a muerto.

Por eso, la victoria de Piñera -con un programa populista que sigue las aguas de la Concertación pero que garantiza mano dura con el movimiento social para blindar la inversión privada-, es recibido con júbilo por los sectores más reaccionarios del continente. Sin embargo, la “nueva derecha” necesita victorias en países importantes como Argentina y Brasil (ya cuenta con México) e intentará meter su contrabando político en Venezuela y Ecuador para destruir esas revoluciones por dentro.
Para el chileno medio, atrapado en la telaraña de deudas que tejen 29 millones de tarjetas de crédito que constituyen su vía de acceso al consumo, la política es una galaxia lejana a su interés cotidiano. La democracia representativa sólo lo obliga a votar, pero no le reconoce derecho a participar. Los asuntos políticos que atañen a su condición de ciudadano pertenecen al ámbito de lo accesorio y superfluo que no soluciona sus problemas concretos. Por eso, delega esos asuntos en los políticos profesionales a quienes, a la vez, considera unos zánganos aborrecibles. No es para menos: entre los 14 millones de pesos mensuales de la dieta de un diputado, y los 257 mil pesos que gana más de la mitad de los trabajadores chilenos, hay un abismo de desigualdad. El quintil más bajo de ingresos, según la encuesta Casen, destina más del 60% de sus salarios a pagar deudas que superan todas las fronteras de la usura. Este abismo de desigualdad no intentaron cerrarlo los partidos de la Concertación -hoy en liquidación- y menos lo hará esta “nueva derecha” exultante que celebró su victoria bailando y descorchando botellas de champaña como en 1973, cuando instigó a los militares a derramar la sangre de miles de chilenos.
Trabajadores agobiados por extenuantes jornadas, viviendo el constante temor de pasar a integrar el ejército de 800 mil cesantes, temiendo enfermar por el costo de la atención médica y de los medicamentos y por las interminables listas de espera en los hospitales, con las esperanzas perdidas de obtener educación de calidad para sus hijos, viviendo en la promiscuidad de departamentos de 45 metros cuadrados, acosados por la droga y la delincuencia, relegando a la clandestinidad del recuerdo familiar las atrocidades de la dictadura militar-empresarial, ¿qué ánimo o qué tiempo tendrán para preocuparse de la dimensión política del triunfo de Piñera?
Por eso, no debe extrañar que cientos de miles de chilenos hayan votado por la “nueva derecha”, esperando ingenuamente que ese gobierno aliviará sus miserables condiciones de vida. Esta actitud pasiva e indiferente al retroceso político que significa legitimar a los herederos de la dictadura y facilitar así las amenazas a la soberanía de pueblos hermanos, es resultado del fracaso estruendoso de la Concertación. Pero también de la injustificable tardanza de la Izquierda para superar su fragmentación y levantar una alternativa popular e independiente. Ahora estamos en el punto de volver a empezar, porque la historia no ha terminado. De nosotros depende acortar el tiempo que la derecha pretende quedarse en el poder.


Editorial de “Punto Final”, edición Nº 703, 22 de enero, 2010
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POR UNA OPOSICIÓN UNIDA FRENTE AL GOBIERNO DE DERECHA

Guillermo Teillier

El Presidente del Partido Comunista de Chile, diputado Guillermo Teillier, acompañado del Presidente de la Izquierda Cristiana, Manuel Jaques; del dirigente del Frente Amplio, Esteban Silva; de Martín Pascual de la Nueva Izquierda y del miembro de la comisión política del PC, Juan Andrés Lagos, que apoyaron a Jorge Arrate como candidato a la Presidencia de la República, entregó la siguiente declaración oficial al conocer los resultados de la segunda vuelta presidencial: “Quisiéramos decir, en primer lugar, que indudablemente esta es una mala noticia para Chile y para América Latina. Para nosotros no es una buena noticia que haya triunfado la derecha en los comicios presidenciales.

“Nos parece que muchas de las esperanzas, los anhelos y los sueños de muchas chilenas y chilenos se van a ver comprometidos con este gobierno, no se van a realizar, nosotros no creemos que la derecha vaya a democratizar el país ni que vaya a ser un país más igualitario, ni que vaya a llevar adelante la justicia social como se necesita que se lleve adelante en Chile.

Nosotros vamos a seguir unidos, construyendo el proyecto de izquierda, vamos a mantener nuestra relaciones con quien fuera nuestro abanderado Jorge Arrate, vamos a seguir trabajando con él y vamos a poner en el primer plano de nuestra preocupación los 12 puntos que Eduardo Frei -o el comando- comprometió con nosotros pero que son las exigencias que hicimos para apoyar a Eduardo Frei y que serán una plataforma para la política que sigamos adelante que, indudablemente, va a ser de oposición al gobierno de Sebastián Piñera.

Nosotros vamos a luchar principalmente para evitar que se atropellen los derechos de los trabajadores, para que se termine con el proceso de verdad y justicia, es decir, no queremos que en Chile se imponga la impunidad ni se aplique la ley de amnistía que dejó establecida Pinochet. Vamos a tener una posición muy firme, vamos a seguir luchando por los derechos de los trabajadores, vamos a seguir defendiendo CODELCO y las riquezas básicas de Chile y seguiremos luchando desde el Parlamento. Podemos decir que nosotros, en ese sentido, hemos logrado un triunfo parcial en nuestra lucha contra la exclusión y vamos a seguir luchando contra ella y por reformas democráticas, por lo tanto ahora tenemos la posibilidad de seguir luchando desde el Parlamento y también desde la movilización social.

Para defender la democracia y la justicia social y para seguir avanzando en los objetivos que nosotros hemos propuesto al país indudablemente que se van a necesitar convergencias. Lo dijimos claramente antes de las elecciones, que no íbamos a formar parte de un gobierno de Eduardo Frei -si éste ganaba las elecciones- y dijimos claramente también que estamos dispuestos a discutir las convergencias que sean necesarias para llevar adelante un proceso de reformas democráticas y de justicia social. Eso lo mantenemos en pie.
No podemos adelantarnos, porque se va a producir un reordenamiento de fuerzas políticas en nuestro país, pero tenemos que observar claramente lo que va a significar esto para tomar una determinación definitiva.
No sé si vamos a estar dispuestos al diálogo, bajo qué condicione vamos a dialogar con un gobierno de derecha. Eso lo tenemos que definir en los próximos días y tenemos que escuchar qué propuestas de diálogo hacen.
Nosotros vamos a seguir trabajando, tenemos que conformar una bancada en el Parlamento, para eso necesitamos trabajar con diputados independientes, también con algunos de la Concertación, vamos a conversar la próxima semana, primero con la bancada del Partido Socialista y después con la bancada del PPD, es decir, vamos a ir creando las condiciones para poder presentar también una oposición unida al gobierno de derecha”, concluyó Guillermo Teillier.

Publicado en: http://www.nuevomundopatagonia.cl/

“SEGUIRÁ LA EMPALAGOSA LUNA DE MIEL ENTRE PIÑERA Y LA CONCERTACIÓN”

Hernán Montecinos en entrevista de Mario Casasús

México DF.- En entrevista telefónica desde Valparaíso, el escritor y filósofo Hernán Montecinos, no está sorprendido con la derrota de la Concertación: “Era un resultado que se esperaba, que flotaba en el aire. Incluso un resultado demasiado dadivoso para la Concertación, porque de su 48% hay que restarle una buena porción de aquellos que votaron por Frei, no porque simpatizaran o fueran de la Concertación, o les gustara el candidato, sino para que ‘no triunfara la derecha’. Por eso es que muchos confesaron abiertamente que su voto se lo daban a Frei en calidad de un voto con asco”

Hernán Montecinos dice sin tapujos: “El natural desgaste de la Concertación, su nepotismo en repartir los cargos públicos para sus puros parientes y amigos, sus actos de corrupción que se empezaron hacer cada vez más frecuentes, su misma soberbia, y la sordidez y mangoneos con las que empezaron actuar sus cúpulas políticas, todo ello empezó a deteriorar la imagen del conglomerado que se hacía muy difícil revertir. Por estas y otras razones es que triunfó Piñera, un empresario-político, de los trigos no muy limpios, pero eso al ciudadano de a pie poco le importó, lo único que quería era que la Concertación saliera de La Moneda, ya no quería verla más instalada allí”. En un tenor crítico, el filósofo y escritor continúa conversando –en exclusiva- con Clarín.cl

MC.- Hernán, ¿qué análisis haces del 52% en segunda vuelta para Piñera?, ¿la Concertación es responsable del triunfo de la derecha pinochetista?

HM.- Era un resultado que se esperaba, que flotaba en el aire. Incluso un resultado demasiado dadivoso para la Concertación, porque de su 48% hay que restarle una buena porción de aquellos que votaron por Frei, no porque simpatizaran o fueran de la Concertación, o les gustara el candidato, sino para que “no triunfara la derecha”. Por eso es que muchos confesaron abiertamente que su voto se lo daban a Frei en calidad de un “voto con asco”.
Respecto a lo segundo, absolutamente: la Concertación es la principal responsable en tanto se mimetizó con la derecha. Llegó un momento en que ya no se sabía quién era quién, la gente se confundió y empezó a cuestionarse si lo que estaba en La Moneda, era un gobierno “progresista” o bien, una derecha larvada. Toda una política de derecha que, enumerarla, sería muy lato, por lo que te doy sólo dos ejemplos. Por una parte, la famosa frase de Hernán Sommerville, conspicuo representante de la Banca, “nosotros los empresarios amamos a Lagos”. Y por otra, que la presidenta Bachelet, para no ser menos, y privatizar algo de lo que la dictadura y la Concertación se habían olvidado, no encontró nada mejor que enviar un proyecto de ley para, privatizar, ni más ni menos que las aguas de mar.
Si a todo esto, le sumamos el natural desgaste de la Concertación, su nepotismo en repartir los cargos públicos para sus puros parientes y amigos, sus actos de corrupción que se empezaron hacer cada vez más frecuentes, su misma soberbia, y la sordidez y mangoneos con las que empezaron actuar sus cúpulas políticas, todo ello empezó a deteriorar la imagen del conglomerado que se hacía muy difícil revertir. Por estas y otras razones es que triunfó Piñera, un empresario-político, de los trigos no muy limpios, pero eso al ciudadano de a pie poco le importó, lo único que quería era que la Concertación saliera de La Moneda, ya no quería verla más instalada allí.

MC.- ¿Cuál será el camino para la Izquierda ahora que tenemos al enemigo en La Moneda y sin disfraces?

HM.- No tengo la pretensión de saber cuál será el camino que se deba tomar, pero se me ocurre que el camino se nos puede hacer más fácil ahora. Para pelear contra el enemigo se precisa verle la cara. Antes, con la Concertación, se nos hacía difícil descubrírsela. La derecha por 20 años tuvo su parapeto en la Concertación, la utilizó para que le sirviera de colchón amortiguador en la contención de las justas demandas del mundo social y sindical. Ahora, la derecha no tendrá de aliada a la Concertación para aquello, al contrario, teniéndola en oposición le será más difícil contener las demandas sociales. Se supone que, para luchas como éstas, las condiciones se encuentran mejor dadas para actuar en un solo frente y no tan divididos como lo hemos estado hasta ahora.

MC.- ¿Veremos una desbandada de la Concertación al gabinete de Piñera?, ¿o las cosas seguirán como siempre en la empalagosa luna de miel entre la Concertación y la derecha?

HM.- Difícil responder esto. Está por verse. No creo en una desbandada al gabinete de Piñera, aunque sí, algunos van a apitutarse en cargos y reparticiones. Algunos lo harán en forma abierta, y otros, en forma más solapada. La empalagosa luna de miel tiene que seguir, aunque la novia no sea desflorada. Es el pie forzado que dejó la Constitución de Pinochet, dos grandes bloques con 50 y 50%, en donde, a no olvidar, 34% es igual al 66%. Difícil desprenderse de eso. Si en 20 años la Concertación no logró modificar dicho engendro constitucional, y ni tan siquiera lo intentó, difícil que Piñera sea el que lo vaya a cambiar. Seguiremos ahí donde mismo.

MC.- Hiciste pública tu opción de anular el voto, la cifra total debe rondar el 2.62%; ¿lograron enviar un mensaje político de hastío al añejo y turbio pacto entre la Concertación y la derecha pinochetista?

HM.- El hastío ya estaba instalado mucho antes de la elección, eso independientemente de estimularlo con nuevos mensajes políticos. Ahora si tú lo preguntas así, el mensaje político que yo traté de mandar es que el voto debe ser vehículo de transmisión de una íntima convicción, de una decisión razonada y autónoma, no mediatizada por elementos ajenos, como la publicidad, la conveniencia, el acomodo, y por supuesto, por el miedo, como desesperadamente intentó hacerlo la Concertación. Mario, tú bien sabes que cuando una elección se prevé muy estrecha, los votos nulos tienden a disminuir, es una ley en todos los procesos electorales.
En tal situación, los electores tienden a abanderizarse por uno u otro bando, aunque ninguno de los dos les agrade; no quieren dejar de ser protagonista de esa historia, por más pequeña que sea. Esto no te lo puedo explicar muy políticamente, en tanto hay involucrados elementos sociológicos de por medio. El caso es que caló muy hondo el mensaje en la izquierda, que votar por Frei era poco menos que salvar al país; votar nulo, en cambio, era poco menos que hundirlo y de esto último muchos evitaron actuar en conciencia, para no echarse encima un sentido de culpabilidad que después el medio social se lo enrostrara. Ese fue un factor muy fuerte que logró incluso doblegar no pocas conciencias estoicas. Este mensaje provino comunicacionalmente desde la Concertación quien lo utilizó muy inteligentemente. En todo caso, al contrario de lo que se diagnosticaba el voto nulo en vez de disminuir logró aumentar en poco más de 20,000 respecto de la primera vuelta. Fue un voto titánico y valiente en tanto fuimos muy estigmatizados. A mí se me trató muy mal, se me acusó que era agente encubierto de la CIA, que era anticomunista, traidor y que al votar nulo estaba votando por Piñera. En fin, varias perlas como esas.

MC.- El Chile de la Concertación envió tropas de ocupación a Haití, después del golpe de Estado de 2004; el Chile de la Concertación negó el legítimo derecho de Bolivia por una salida al mar; ¿será más agresiva e intervencionista la política exterior de Piñera?

HM.- Sí, es indudable, desde antes de la elección, Piñera salió a reunirse con el colombiano Álvaro Uribe, con el español José María Aznar y de regalo nos trajo al peruano Vargas Llosa. Entiendo que una vez instalado como presidente, entre sus invitados estarán el presidente-empresario de Panamá, y el recién impuesto Pepe Lobo de Honduras. Seguramente esos horripilantes ejemplares serán sus naturales amigos.
En todo caso no creo que tenga mucha maniobrabilidad y capacidad para manejar políticas intervencionistas en los asuntos internacionales. Con Bolivia, poco probable, recordemos que Morales hace ya 15 meses tuvo los cojones para expulsar al mismísimo embajador de EE.UU. por intervencionista, también ha expulsado a desestabilizadores disfrazados de ONGs, y a los fachos golpistas de Santa Cruz y de la región de la Media Luna los tiene a casi todos presos y otros han tenido que fugarse como los cobardes. Con Hugo Chávez mejor que ni se meta, porque este no tendría pelos en la lengua para dar a conocer su personal prontuario, aquel que en Chile tan pocos conocen en sus detalles. Con Cuba ni hablar, un mediocre como Piñera, no podría más de lo que no ha podido en más de 50 años el mayor de los imperios.

MC.- ¿Y qué esperar de Piñera en materia de Derechos Humanos?

HM.- Nada nuevo bajo el sol. Es posible que, en este tema, sea más astuto que Frei, quien persistentemente se negó a recibir a los Familiares de los Detenidos Desaparecidos, intentando también meter un golazo de media cancha con su ley Otero-Figueroa, que solapadamente traía de tapada una amnistía para los criminales esbirros militares de Pinochet. En fin, en mi opinión, en materia de derechos humanos poco podrá hacer. Tanto en el parlamento como en los mismos tribunales de justicia ya no están muy bien dadas las aguas para pretender retrotraer lo poco que se ha avanzado. Tampoco creo que pueda hacer un avance en esta materia. Sin embargo, no perderá la oportunidad para regalarnos sus acostumbrados: bla, bla, bla; bueno, ya sabemos y conocemos de su empalagoso charlatanismo.

MC.- ¿Qué lecciones filosóficas e históricas aprenderemos de la elección de Piñera?

HM.- Que todo va y viene como en el círculo del Eterno Retorno a que hacía referencia el filósofo Nietzsche. En nuestra región, mientras algunos países avanzan, otros retroceden. La rueda de la historia no se encuentra clavada en un lugar fijo. Todo va y viene. Recordemos que en la década del 60 una ola de progresismo cubrió a la humanidad, en América Latina y todas las regiones del mundo. Llegábamos a tocar con nuestras manos el cielo. Allí están como mudos testigos: Lumumba, Ho Chi Min, el Che, Fidel, Velasco Alvarado, J.J. Torres, Cámpora. Después, es cierto, ha venido una oleada de regresión nunca vista, Sin embargo, empiezan aparecer algunos nuevos signos, algunas luces por ahí, algunas bombillas por allá: Chávez, Correa, Ortega, Morales, Lugo, Lula, Zelaya. Son nuevas esperanzas que surgen y alientan, a pesar de personajes tan abominables como un Piñera, un Micheletti, o un Uribe.
Marx decía que todo en la vida es movimiento. Y no sólo movimiento en la materia sino, sobre todo, en los movimientos sociales, los cuales van recorriendo la historia con avances y retrocesos, durante el movimiento en espiral. Nietzsche va más allá al decirnos que el movimiento es circular donde no hay principio ni llegada, todo es una permanente recreación una constante vicisitud, todo es retorno a lo mismo. Y no dejan de tener razón estos filósofos, porque si bien sabemos, donde hoy estamos, no sabemos adónde llegaremos el día de mañana. Por cierto, mucho de esto dependerá de nosotros mismos.

MC.- ¿Cuál es tu mayor preocupación o miedo ante el gobierno de Piñera?

HM.- Muchos años con miedo me han acerado para ya no vivir con dicho estigma. Antiguamente la religión nos hacía vivir nuestras vidas con un permanente temor. Temor al infierno, temor al demonio, temor al pecado y todas esas cosas. He aprendido que no se puede vivir toda una vida con miedo. Por eso, a pesar que el sistema trata de introducirnos nuevos miedos, yo ya no los pesco, me los como, los supero. Preocupaciones sí, esas no se me pueden quitar. Preocupación por lo que le deparará la vida a mis hijas, a mis nietos, a mi compañera, a mi familia y a mis amigos más queridos. A Piñera no le tengo ningún miedo. Si lo hubiera tenido hubiera votado por Frei, al igual que otros compañeros que votaron por él cagados de susto.

MC.- ¿Qué tipo de atmósfera percibes entre tus amistades, en la televisión y la ciudadanía?

HM.- Un tema que da para mucho: curiosamente amistades no tengo muchas. Esto porque desde hace algún tiempo, voluntariamente, subí a las montañas para ver y reflexionar el mundo como lo hizo Zaratustra. Después de una intensa actividad social, me retiré, me hacía falta recrearme en mi propia individualidad, leer mucho, pensar más, y prestarle más atención a las cosas cotidianas de la vida, gustar de lo casero.

La relación entre televisión y ciudadanía la veo como una relación tortuosa, dañina casi incestuosa. No deja pensar, no deja ser uno mismo, no deja dar libre curso a la intrínseca creatividad que llevamos en nosotros y de lo que parecemos no darnos cuenta. Y que conste, que no quiero aparecer como un pacato, un tonto pesado que vive dentro de una burbuja. No, yo también me solazo, de cuando en vez. También veo televisión, incluido algún programa farandulero, en donde abundan traseros, pechugas y piernas. De repente me pesca por ahí el novelón de una teleserie. Bueno todo, esto, porque nietzscheano al fin, se me ha hecho carne su famoso dicho: “Humano, demasiado, humano”. En lo único que me cuido, es de no caer en el vicio de ver puros programas como esos.
MC.- Finalmente, junto a Elicura Chihuailaf, exigieron la renuncia de Juan Agustín Figueroa, pero nunca prosperó la Carta abierta que escribieron; cada año Figueroa limpia su imagen con el Premio Neruda; ¿quién se animará a recibir el Premio Neruda de manos de Piñera?, ¿o la derecha cancelará la ceremonia “nerudiana” en La Moneda?

HM.- Ojalá no me hubieras preguntado sobre este asunto, porque rápidamente me viene el enojo. Sí promoví esa idea, pero a decir verdad, nadie nos pescó. Al contrario, hice ver mi indignación a muchos de mis amigos escritores: de que ningún poeta que se precie de tal, debiera concurrir, como un mínimo gesto de protesta, a la Fundación Neruda a leer sus versos o asistir a la representación tal o cual. Sin embargo, apenas son invitados a La Chascona, La Sebastiana e Isla Negra corren con Juan Agustín Figueroa aunque sea para la foto y alguna beca o “premio literario”.

Es que a decir verdad, mi estimado Mario, sobre los artistas e intelectuales de Chile tendríamos que hablar mucho. Hay una mediocridad que ha sobrepasado todos los límites. Y hablo de mediocridad, no dudando de su capacidad artística o creadora, sino en cuanto a actitud que tienen como personas frente a la vida. Hay una tendencia de decir y decir cosas, mientras más floridas mucho mejor, pero cuando les tocan enfrentarse a situaciones concretas hacen todo lo contrario a lo que dicen en público. Ya estoy cansado de esto, por eso es que me resisto bastante a asistir a actos y representaciones literarias o culturales en los que veo mucho protagonismo y parafernalia también. Nuestros amigos artistas e intelectuales tienen muchas cuentas pendientes que rendir sobre su relación con la Fundación Neruda. Pero ya ves, de todo hay en la viña del señor, no solamente debemos de asombrarnos con los políticos sino también con ciertas actitudes y numeritos que se mandan algunos de los colegas que pertenecen a nuestro particular mundo.

Hernán Montecinos
Autor de los libros: Apuntes ideológicos (1993); Del pensamiento mágico al posmoderno (1996); Derechos humanos, entre realidades y convencionalismos (Ediciones LAR, 1998); Nietzsche un siglo después: filosofía y política para el nuevo milenio (editado por la Universidad de Santiago) y Nietzsche y Marx: distancias y aproximaciones (inédito). Columnista de las páginas web: Kaosenlared; Generación 80; culturalibre; critica; liberacion y Rebelión. Es integrante del Comité Editorial de la revista: Pluma y Pincel.

Publicado en: http://www.elclarin.cl/

“VOTAR POR FREI O PIÑERA ES ELEGIR ENTRE LA SILLA ELÉCTRICA O LA HORCA NEOLIBERAL”

Andrés Bianque en entrevista de Mario Casasús

México DF.- En entrevista con Clarín.cl Andrés Bianque (1971), poeta y columnista de El Ciudadano (Chile), Rebelión.org y Kaos en la Red (España), analiza: “La Concertación está agotada, pero creo que el término preciso sería, ‘fusionada’ con el gran capital, tanto que ya no se distingue quién es quién en Chile y de ahí aparezcan ciertos salvadores renovados, y también arrepentidos, desde sus propias entrañas de pirañas, piratas y piñatas que abarrotan los escenarios. Entre Piñera y Frei tenemos que elegir con qué guante nos golpeará el capital, con qué tenaza el cangrejo cancerígeno del capital, nos cortará la el cuello”

MC.- ¿Qué tipo de marketing utilizaron en la campaña electoral chilena?, ¿hubo propuestas?, ¿o un reduccionismo mediático?

AB.- Me parece que ha sido la misma añeja pasarela de siempre, con supuestos “modelos a seguir”. Después del gobierno de Ricardo Lagos, que resultó el mejor gobernante para la derecha, la Concertación se vio muy agotada, y para sacarla a flote, se utilizó, más que un puño político, una mano publicista, un toque de maquillaje de mercado. Así encontramos “la novedad del año” una obediente seguidora del empresariado, Michelle Bachellet; ex detenida, madre soltera, que habla en varios idiomas y mujer, condición que le abonó un alto porcentaje de votos. Cosa medianamente parecida a la que ocurrió en Estados Unidos, cuando mucha gente creyó que con la elección de Obama, las cosas cambiarían radicalmente. Basándonos en ese modelo comercial, no será raro ver a un latino, a un homosexual, a un punk postulando a ciertas presidencias en algún futuro cercano. Se intenta vender un producto novedoso, reemplazar lo viejo, con meros títeres de paradigmas que interpretarían supuestamente a los sectores progresistas de cada sociedad, pero serán siempre, leales a los grandes intereses capitalistas. Son forma, no fondo.

La Concertación está agotada, pero creo que el término preciso sería, “fusionada” con el gran capital, tanto que ya no se distingue quién es quién en Chile y de ahí aparezcan ciertos salvadores renovados, y también arrepentidos, desde sus propias entrañas de pirañas, piratas y piñatas que abarrotan los escenarios. La gente intenta seguir el modelo exitoso material, que ve en un Sebastián Piñera, como también lo podría ver en Farkas, si éste se hubiese presentado. Se sueña con una mejor vida material, una casa elegante, autos, propiedades, cosas. Eso es lo que se estila en Chile, a nadie le interesa ser mejor persona, lo que interesa es el poder obtener bienes y eso sería.
Marco Enríquez, es un aviso comercial del Bacardí nocturno, la proyección de los propios deseos y nada más. Representa al modelo rebelde, dandi, lechuguino de los jóvenes exitosos. Se le ha asesorado para que copie todo lo que a su padre lo hizo famoso, excepto la consecuencia y lealtad para con las clases más desposeídas. Entonces, habla rápido, creyendo que eso es fluidez, se viste como si fuera un Antonio Banderas de la política, que intenta encandilar a sus electoras con una sonrisa erótica de labio torcido acompañado todo con su incontrolable peotilomanía que muchos interpretan como algo rebelde.
Con Eduardo Frei se vende el mismo rosario de siempre, le han operado su insípida prestancia, donde destaca, su aburrida manera de ser, la falta de chispa e inteligencia, la ausencia de talento y la muerte de varias neuronas, ahora lo presentan con el nivel del buen capataz de fundo, uno conocido y de méritos auto consagrados, pero que brinda tranquilidad al sistema. Jorge Arrate representa "la nueva ola" -la de los años 60- de la política chilena, o sea, más de lo mismo, a excepción del niño prodigio MEO. Su discurso, sabiéndose perdedor de antemano, fue instalado como moneda de cambio en el futuro en ciernes. De la noche a la mañana fue ungido Comunista y eso significó arrastrar cierto peso hacia el Juntos Podemos, los cuales se traducirán en pesos metálicos. Arrate, miembro permanente de la Concertación aparece en el supuesto partido vanguardia de la clase obrera, nadie entiende nada. Un baile de disfraces que sólo sus organizadores conocen a cabalidad.

MC.- ¿Qué resultados dará el abstencionismo y el voto nulo en la farsa electoral del domingo?

AB.- Es una opción válida, pero insignificante en lo práctico. Si ganara el voto nulo, con el 50% más uno, (cosa casi imposible) a nivel jurídico y constitucionalmente, no pasa absolutamente nada. Se cotejarían los votos válidamente emitidos, es decir, los que no sean nulos, ni blancos y se elige presidente igual. Independientemente de que aquella opción sea un castigo al sistema, al sistema no le interesa. No hay fuerza social preponderante o fuerte como para impulsar o estampar ciertas demandas y reivindicaciones revolucionarias, radicales, no meros parches momentáneos, que pretenden humanizar el Capitalismo, aunque sea incluso, la opción de una Asamblea Constituyente. Intentar humanizar el capitalismo, es intentar domesticar un tigre adulto con un libro de poemas. El trabajo de base, social, honesto, insertos en el núcleo social, es la única solución. Afortunadamente han aparecido interesantes movimientos como el MPT en esas aras, es de esperar que aquello sirva de ejemplo para otras instancias, movimientos, gentes y partidos. Porque mientras tanto, habrá que esperar por lo menos diez años más, para ver algún cambio medianamente interesante en estas tierras. En las elecciones del 2005 también se llamó a votar nulo, a abstenerse, alrededor de 200 mil almas, actuaron de esa forma, pero ¿qué quedó de esa experiencia? Absolutamente nada. Creo que eso es una interesante reflexión para aquellos que blanden su justa posición, pero que hasta ahora ha resultado infructuosa, un mero saludo a la bandera rebelde y nada más. En las últimas elecciones, año 2005, los votos nulos llegaron casi a 160 mil. En las elecciones de diciembre pasado, año 2009, el voto nulo llegó a casi 200 mil preferencias. ¿Y qué con eso? Los votos en blanco suman casi 150 mil en las dos últimas elecciones. ¿Cómo se han encauzado esas tendencias por los movimientos sociales?

MC.- ¿Estamos frente a una trampa de doble filo: Frei Jr. y Piñera?

AB.- Sí, tenemos que elegir con qué guante nos golpeará el capital, con qué tenaza el cangrejo cancerígeno del capital, nos cortará la el cuello. Tenemos que elegir entre la silla eléctrica pública o el ahorcamiento privado en la plaza de armas. La elección que viene es realmente terrible, sea quien sea el ganador. Viene a probar y comprobar la derrota de los movimientos sociales, de la Izquierda en Chile, donde se ha impuesto la social democracia, encabezada por el Partido Comunista y los neoliberales más despiadados, es una realidad abismante. Los muertos en Chile, los detenidos desaparecidos, los ejecutados, deben estar revolcándose en sus tumbas marinas y andinas, ante este dantesco panorama. Mire a lo que hemos llegado 200 años después. La victoria del Capital ha sido realmente aplastante y lo seguirá siendo.

MC.- Marco Enríquez Ominami declaró: “Frei festejó la muerte del padre de mi hermana”; a pesar de que hizo malabares para distanciarse de la Concertación y fundar un nuevo partido político, terminó apoyando a Frei Jr. ¿qué representa el 20% de votos que obtuvo MEO?

AB.- Marco Enríquez representa el ala juvenil del red-set en Chile. De los exiliados que vivieron en Cuna de oro, llorando su “ficticio pasado Revolucionario” en el Chile del Presidente Allende, pero que, enamorados del alto nivel de vida en los países desarrollados, no escatimaron principios en poder vivir de la misma manera, vueltos a Chile, a costa de vender, tranzar y permutar sus principios. Su accionar, me parece que obedece más al Complejo de Alejandro, en el cual existe resentimiento y alta envidia hacia el padre y una ofensa narcisista del ego, yo creo que cualquiera que escuché dos veces a Meo, podrá visualizar aquello. Su 20% representa, el intento cándido e ingenuo de querer cambiar algo que en el fondo, la gente ni siquiera entendió, que él, no deseaba cambiar. Su apoyo a Frei viene a confirmar todo aquello. Su experticia y acomodaticio actuar político representa la idiosincrasia política del político chileno pillo. ¿Cómo voy ahí, qué gano, qué me dan? No creo que existan muchas personas que se sientan decepcionado de él, “el miedo a la derecha” esparcido por el país, avala su voltereta.

MC.- En definitiva, ¿qué opciones tienen la ciudadanía despolitizada y los movimientos sociales ante la mediocridad propuesta por las fórmulas electorales?

AB.- Creo que la elección de Piñera ayudaría a aglutinar a todos aquellos dispersos en contra de un enemigo común. Si es reelecto Frei, tendremos el mismo tira y afloja de intereses por la gran clientela política y partidista que existe en Chile. El trabajo social, el de base, tendrá que despegar enormemente, cosa que no veo suceder en el corto plazo. Tengo la impresión que en Chile se sobre-intelectualiza todo, en ello se devanean muchos seres pensantes y se distancian por comas e interpretaciones de la realidad, tanto que no hay catastro que pueda aglutinar a tantas organizaciones interpretando la realidad a su manera y en ello, el sectarismo es pan de cada día. De ingrata manera, comenté por allá en el año 2005 que en Chile no habrían grandes cambios en por lo menos 15 a 20 años. Lamentablemente se va cumpliendo, y muchos nos hemos encontrado bordados en un penoso complejo pitoniso de Casandra, sin mucho que poder incidir. La ciudadanía despolitizada debe ser bastante, el bombardeo de superficialidad y egoísmo en el ambiente, es realmente asfixiante.

MC.- ¿Por qué hablas de una depredación “caníbal” por parte del Estado en contra de la comunidad mapuche?, ¿cuál es la responsabilidad histórica del dictador de la Fundación Neruda al aplicar la Ley Antiterrorista por primera vez?

AB.- El Capitalismo, el canibalismo empresarial se ha instalado en el sur, eso hace rato ya, el mundo lo tiene más que claro. Arrasar contra todo aquello que no esté en los jugosos planos de ganancia que contemplan los dueños de todo. Montajes contra cualquiera que solidarice con aquellas causas, abusos, torturas, encarcelamientos, el Estado racista sin maquillaje contra el Pueblo Mapuche y sus recursos. La aplicación de la Ley Antiterrorista, obedece claramente al poderoso lobby, que Juan Agustín Figueroa, intermediario entre los submundos de ultraderecha y los reinos cristiano metálicos, ha pedido. “Detened esta vorágine de reclamos, a como de lugar, que esto puede ser contagioso”, habrá susurrado culebrescamente a sus contactos. Y apropósito, lo que ocurre en la Fundación Neruda, realmente no tiene nombre. Un repugnante vomitivo bicho de la derecha, como es Figueroa, vive del parasitismo del esfuerzo del poeta y nadie en Chile mueve un dedo en contra de aquello. A Matilde Urrutia ya no se le puede cuestionar, pero el Partido Comunista de Chile tendría que explicar por qué y a quién le vendió la casa de Neruda, con todo cuanto contenía en trescientos millones de pesos. Por qué no hicieron nada cuando la plata del copyright de Neruda se invertía en Cristalerías Chile, propiedad del pinochetista Ricardo Claro.

MC.- En junio del año pasado escribiste un “Recado para Mario Bagua Llosa”; ¿qué posdata harás sabiendo que Vargas Llosa fue el invitado estelar del Museo de la Memoria y de la candidatura de Piñera?

AB.- Aparecer apoyando al capital, a la representación de la explotación, debería llamarnos a la reflección en cuanto a cómo debemos actuar frente a este tipo de artistas que escriben con la izquierda pero cobran por la derecha. Yo me quedé esperando que vinieran los mismos cantantes españoles de “izquierda” a apoyar a Frei, como en la asunción de Bachelet. La presencia de “Bagua Llosa”, en la casa de la memoria, me parece un insulto gravísimo, aún cuando la iniciativa sea una salva tirada al aire.

MC.- ¿A qué atribuyes la renovada fobia del Estado y los empresarios a cualquier surgimiento anarquista, estudiantil o libertario del pueblo?

AB.- El Anarquismo es un hueso duro de roer, y más de comprar, cooptar. He ahí un gran problema para algunos, que le ponen precio a todo. Yo me siento muy cercano a ellos en muchos sentidos, pero discrepo totalmente de algunos métodos, especialmente en aquellos que dicen relación a la organización dispersa que presentan, no así sus acciones. El asunto radica en que son buena “honda” pero, en ello, creo que su discurso se pierde en un espacio underground, subterráneo que no le conviene a nadie.
De los estudiantes, aún me queda una sensación de frustración, la Revolución Pingüina se evaporó totalmente, y en ello, muchos partidos políticos de izquierda de “vanguardia” cambiaron posiciones por prebendas de toda índole. Estamos a años luz del surgimiento de una iniciativa Libertaria y radical de peso, eso depende de cómo muchos con aquellas tendencias, se planteen el nuevo quehacer político y social. No basta con peñas y tocatas.
Mientras suelten la soga de los cuellos, muchos se contentarán con ese aire y los cambios, sino son empujados por la gente conciente, no ocurrirán y si ocurren, deben estar a la altura y saber encauzar aquellas explosiones sociales y no terminar, en penosas postales románticas de que lo pudo haber sido, como los estudiantes por ejemplo.

MC.- Hace tiempo que quería preguntarte, ¿en qué terminó la querella y persecución del gobierno de Suecia en contra de vos?

AB.- Afortunadamente ha prevalecido la verdad y puedo decir que después de tanto tiempo, se ha solucionado todo el asunto satisfactoriamente. De eso ya, hace casi un año, y todo transcurre bien y sin problemas.

MC.- Finalmente, ¿qué libro publicarás después de Poesía en Luto?, ¿nunca viviremos un alivio de luto?

AB.- Poesía en Luto es un libro que jamás ha sido impreso, fue el intento de recopilar y rescatar del olvido, ciertos puntos centrales dolorosos para Chile. Por ahí anda de mano en mano, para quien guste leerlo. Terminé recientemente, “Escarabajos” esta vez en prosa, del cual espero fructifiquen las conversaciones con cierta editorial y veremos qué pasa. Es un libro tremendamente humano y encaminado al cuestionamiento de nosotros mismos, a más de alguna de las etapas de luto que nos toca vivir a lo largo de nuestras vidas, o sea, aún escribo en luto, pero créame que tengo otras cosas que le pueden aliviar y avivar la sonrisa en los ojos.

Andrés Bianque
Autor de los libros: Poesía en Re menor (2000); Poesía en Re (2001); Tres cuentos para despertar y uno para dormir (2002); Poesía en Luto (2004); Recuerdos de dictadura (2006); Escarabajos (2009) y El síndrome K (2010). Andrés Bianque tiene una acertada opinión de la desconcertada Concertación: “Con Eduardo Frei se vende el mismo rosario de siempre, le han operado su insípida prestancia, donde destaca, su aburrida manera de ser, la falta de chispa e inteligencia, la ausencia de talento y la muerte de varias neuronas, ahora lo presentan con el nivel del buen capataz de fundo, uno conocido y de méritos auto consagrados, pero que brinda tranquilidad. Y resta importancia al nuevo respaldo de Frei Jr. “Marco Enríquez, es un aviso comercial del Bacardí nocturno, la proyección de los propios deseos y nada más. Representa al modelo rebelde, dandi, lechuguino de los jóvenes exitosos. Su 20% representa, el intento cándido e ingenuo de querer cambiar algo que en el fondo, la gente ni siquiera entendió, que MEO, no deseaba cambiar”


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