Cambios, reformas cosméticas y futuros proyectos
de ley son los ofrecimientos
de las candidaturas presidenciales , respecto de
la Constitución impuesta
ilegalmente por la dictadura cívico-militar.
Aníbal Ortizpozo
Fernando Krahn - Chile |
El tradicional
“leguleyismo” de la dirigencia política chilena ha sido la piedra de tranca que
ha paralizado los cambios necesarios que
nuestro maltratado pueblo necesita. Algunos han hablado hasta de consolidar
“una vía chilena”, una evolución constitucional consensuada, otros, la creación
en estas elecciones de noviembre, de una consulta o plebiscito vinculante, para
convocar una Asamblea Constituyente que elabore la Nueva Constitución para
Chile.
La legítima propuesta de
un cambio de Constitución cuenta en primerísimo lugar con la oposición del
oficialismo financiero y su candidata,
quien se postula por los partidos que conforman “Alianza”, la más rancia
coalición de la derecha chilena: UDI - Unión Demócrata Independiente, RN - Renovación
Nacional, conservadores y liberales, Coalición por el Cambio del gobierno de
Piñera y sus seguidores. Para todos ellos la Asamblea Constituyente es “un salto
al vacío institucional, que genera incertidumbre e inestabilidad, que debilita
nuestra imagen internacional de orden y seguridad jurídica y que termina siendo
una proposición impuesta que divide en vez de unir a los chilenos”.
En el otro lado, el
nuestro, nos preguntamos, qué nos ofrece la alicaída Concertación, perdón,
quise decir “La Nueva Mayoría”(no sé por qué me confundo) ,en materia de cambio
de Constitución. Desde luego, nada que nos sorprenda, como
el prometer “enviar al Congreso un proyecto de ley, para, en el 2014 elaborar una nueva constitución”,
oferta que nos parece más una promesa capta-votos que nada. Todos los chilenos sabemos que, si esto, no lo
realizaron durante más de 20 años en los
gobiernos de la Concertación, nada nos garantiza que la “Nueva Mayoría” lo realice hoy. En otras palabras, una vía chilena
legalista, dilatoria, para mantener el llamado
juego “democrático” injusto, donde las mayorías
no pueden, ni siquiera vetar a las minorías en el poder.
En ese sentido, les
estamos haciendo llegar una Edición Especial de nuestro Blog Chile Abriendo
Alamedas, con valioso material gráfico enviado por nuestro compañero Guillermo
Durán, Guidú, con textos de Luis Casado,
para que se difunda y trascienda más allá de los resultados de las elecciones
presidenciales en Chile. “Bajo esta
institucionalidad no hay como cambiar esta Constitución -nos escribe Guidú- la Concertación consolidó el proyecto
pinochetista. Así de categórico y rotundo es para mi país. Saco cada cálculo y
es imposible. Ante ello, después del 17 de noviembre, debemos trabajar por la ruptura
democrática. Les agradezco la recepción
que ha tenido mi trabajo y poder contribuir en su empeño por ese aporte a una
salida democrática, popular y con perspectivas al socialismo.”
Y como sentencia el dicho popular: “Más claro,
echarle agua”
Los valiosos y
legítimos esfuerzos que están realizando líderes estudiantiles, ambientales, sindicales,
políticos y sociales en Chile, confirman la existencia de procesos de articulación en demanda de un plebiscito
para Nueva Constitución, lamentablemente, por ahora, pensamos que sus voces serán silenciadas por los apetitos de grupos
del poder político tradicional, en las elecciones presidenciales de este noviembre
próximo.
La idea esencial,
dotar a Chile de una Carta Fundamental democrática, legítima y que responda a
las demandas de las mayorías, explicitando que la vía para conseguirlo sería un
referéndum que, de ser positivo al cambio, desemboque en una posterior Asamblea
Constituyente.
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