El investigador Aníbal Ortizpozo y el nieto del presidente mártir, Pablo Sepúlveda Allende, cuentan detalles sobre Chile durante la dictadura militar, y denuncian que aún impera el temor entre las víctimas y que los culpables reciben penas blandas
El 11 de septiembre de 1973 fue asesinado en Chile mucho más que un Presidente. Salvador Allende ese día perdió su vida entre los escombros de la Casa de la Moneda, y el pueblo chileno vio esfumarse el sueño del socialismo.
El golpe militar que después de los bombardeos a la casa presidencial instauró una junta de Gobierno comandada por Augusto Pinochet, fue planeado por un sector de la Armada de Chile junto con la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos.
La acción afianzó el Plan Cóndor -concebido para coordinar operaciones entre las cúpulas de los gobiernos dictatoriales del Cono Sur (Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA)- ejecutado en las décadas de 1970 y 1980.
EL MIEDO
Durante la dictadura militar, que culminó en 1990, una de las armas más efectivas usadas contra la población fue el miedo.Así lo advirtió el artista e investigador chileno, Aníbal Ortizpozo, durante el foro Complot del Parlamento en el Golpe de 11 de septiembre de 1973, realizado el pasado jueves en la sede del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información.
“El libreto de los torturadores y los asesores norteamericanos fue producir miedo. No ocultaban los muertos, golpeaban a la gente en público, exhibían los cadáveres desnudos en público, los tiraban por el río Mapocho en Santiago de Chile, para que la gente los viera y supiera lo que les iba a pasar”, recordó.
El golpe de Estado, afirmó Ortizpozo, dejó a muchos chilenos “sin horizonte y sin apego a la tierra, como sin gravedad”.
“Fuimos botados de nuestros empleos, tuvimos que decidir entre convivir con la idea de perder nuestra vida en cualquier instante o exiliarnos y nos mataron el sueño por el que habíamos trabajado, el sueño de construir el socialismo”, aseveró.
IMPUNIDAD
Al concluir la dictadura se crearon las comisiones de la Verdad y de Reconciliación Nacional juntamente con leyes de Amnistía y se indicó que se haría “justicia en la medida de lo posible”.
Para el médico Pablo Sepúlveda Allende, nieto de Salvador Allende, la impunidad aún reina en Chile.
“Ha habido juicios y hay militares presos, pero con condenas muy pequeñas en relación con sus crímenes. Manuel Contreras, que era el jefe de la Dina (Dirección de Inteligencia Nacional), principal organismo represor durante el golpe militar, está preso pero también tiene una condena pequeña en cárceles cómodas”, resaltó.
Sin embargo, a juicio de Sepúlveda Allende, a Chile le falta enjuiciar tanto a militares como a autoridades civiles que fueron cómplices.
“A principios de 1990 hubo un acuerdo parlamentario a puertas cerradas con respecto al enjuiciamiento del hijo de Pinochet, quien estaba acusado de fraude económico. La derecha acordó pasar información sobre detenidos desaparecidos durante el golpe a cambio de que se dejara a un lado el juicio del hijo del dictador. La Concertación aceptó”, detalló.
Para el médico Pablo Sepúlveda Allende, nieto de Salvador Allende, la impunidad aún reina en Chile.
“Ha habido juicios y hay militares presos, pero con condenas muy pequeñas en relación con sus crímenes. Manuel Contreras, que era el jefe de la Dina (Dirección de Inteligencia Nacional), principal organismo represor durante el golpe militar, está preso pero también tiene una condena pequeña en cárceles cómodas”, resaltó.
Sin embargo, a juicio de Sepúlveda Allende, a Chile le falta enjuiciar tanto a militares como a autoridades civiles que fueron cómplices.
“A principios de 1990 hubo un acuerdo parlamentario a puertas cerradas con respecto al enjuiciamiento del hijo de Pinochet, quien estaba acusado de fraude económico. La derecha acordó pasar información sobre detenidos desaparecidos durante el golpe a cambio de que se dejara a un lado el juicio del hijo del dictador. La Concertación aceptó”, detalló.
La llegada de la democracia no alejó el sentimiento de desesperanza que el miedo sembró en la población durante el gobierno militar.
“La cultura de consumo que se ha instalado después de la dictadura ha enajenado y borrado la cultura histórica y política de todo el pueblo chileno. Le han borrado su memoria. Se ha despolitizado a la sociedad”, denunció del nieto de Allende.
Recordó que Chile tiene una historia de movimientos políticos, sociales y de clases muy importante, con sus raíces a principios del siglo pasado.
“Tenemos una conciencia política bastante arraigada como cultura, pero lo más efectivo que logró la dictadura, y después los gobiernos de la Concertación a través de los medios de comunicación, fue borrar todo vestigio del pensamiento socialista y el recuerdo de Allende como un pensador socialista”, aseveró.
“La cultura de consumo que se ha instalado después de la dictadura ha enajenado y borrado la cultura histórica y política de todo el pueblo chileno. Le han borrado su memoria. Se ha despolitizado a la sociedad”, denunció del nieto de Allende.
Recordó que Chile tiene una historia de movimientos políticos, sociales y de clases muy importante, con sus raíces a principios del siglo pasado.
“Tenemos una conciencia política bastante arraigada como cultura, pero lo más efectivo que logró la dictadura, y después los gobiernos de la Concertación a través de los medios de comunicación, fue borrar todo vestigio del pensamiento socialista y el recuerdo de Allende como un pensador socialista”, aseveró.
EL HOMBRE
Médico cirujano y político chileno, presidente de la República de Chile en el periodo 1970-1976, mandato que no alcanzó a completar debido al golpe de Estado de 1973.
En 1924, luego de un año en el servicio militar, ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Medicina.
En 1937 fue elegido diputado por Valparaíso, y entre 1939 y 1942 fue ministro de sanidad del gabinete de Pedro Aguirre Cerdá. Desde entonces se convirtió en líder indiscutible del Partido Socialista.
Luego de varios intentos, en 1970 fue proclamado Presidente. Tuvo una oposición feroz y violenta, pero contó con un apoyo importante de la ciudadanía, en particular de los sectores populares.
Este apoyo a la presidencia de Allende se demostraría claramente en las elecciones parlamentarias de 1971 y las municipales de 1973.
Problemas económicos surgidos por maniobras de la derecha, como la paralización del transporte y el desabastecimiento, polarizaron a la sociedad chilena, por lo que Allende decidió tomar medidas que facilitaran el diálogo y la negociación.
La derecha consideró la situación insoluble y organizó un golpe de estado militar contra el Presidente. En junio de 1973 se dio el primer intento, conocido como “El Tancazo”, pero las fuerzas leales, encabezadas por el general Carlos Prats, lograron dominar la situación.
El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet encabezó un nuevo golpe militar, durante el que bombardeó el Palacio de la Moneda, sede del Gobierno. Allende rechazó las exigencias de rendición y perdió la vida heroicamente, defendiendo el Gobierno.
Una de sus últimas frases, dedicadas a su pueblo, fue: “Trabajadores de mi Patria: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!”.
T/Yamila Blanco F/Agencias
Publicado en Correo del Orinoco
En 1924, luego de un año en el servicio militar, ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Medicina.
En 1937 fue elegido diputado por Valparaíso, y entre 1939 y 1942 fue ministro de sanidad del gabinete de Pedro Aguirre Cerdá. Desde entonces se convirtió en líder indiscutible del Partido Socialista.
Luego de varios intentos, en 1970 fue proclamado Presidente. Tuvo una oposición feroz y violenta, pero contó con un apoyo importante de la ciudadanía, en particular de los sectores populares.
Este apoyo a la presidencia de Allende se demostraría claramente en las elecciones parlamentarias de 1971 y las municipales de 1973.
Problemas económicos surgidos por maniobras de la derecha, como la paralización del transporte y el desabastecimiento, polarizaron a la sociedad chilena, por lo que Allende decidió tomar medidas que facilitaran el diálogo y la negociación.
La derecha consideró la situación insoluble y organizó un golpe de estado militar contra el Presidente. En junio de 1973 se dio el primer intento, conocido como “El Tancazo”, pero las fuerzas leales, encabezadas por el general Carlos Prats, lograron dominar la situación.
El 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet encabezó un nuevo golpe militar, durante el que bombardeó el Palacio de la Moneda, sede del Gobierno. Allende rechazó las exigencias de rendición y perdió la vida heroicamente, defendiendo el Gobierno.
Una de sus últimas frases, dedicadas a su pueblo, fue: “Trabajadores de mi Patria: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!”.
T/Yamila Blanco F/Agencias
Publicado en Correo del Orinoco
COMPLOT DEL PARLAMENTO DE CHILE EN EL GOLPE DE ESTADO DEL 11 SEPTIEMBRE 1973
Síntesis de la Intervención del Prof. Aníbal Ortizpozo en el Foro :"Complot del Parlamento,en el Golpe del 11 de Septiembre 1973" el 09 septiembre 2010.
Ministerio del Poder para la Ciencia y Tecnología e Industrias Intermedias y El Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez, Caracas, Venezuela.
El Congreso Nacional de Chile fue fundado el 4 de julio de 1811. Está compuesto por la Cámara de Diputados, de 120 miembros y por el Senado, integrado por 38 parlamentarios.
El Congreso legisla por la Constitución Política de 1980 y su Ley Orgánica constitucional N 18918.Sus principales funciones son ejercer la representación de la ciudadanía, concurrir a la formación de las leyes junto con el Presidente de la República y fiscalizar los actos del gobierno. Esta Constitución, llamada también "Pinochetista, es la que el dictador ,encargara su redacción al ultraderechista Jaime Guzmán y en la cual se apoya toda la legislación del Congreso Nacional de Chile actual.
En cierta oportunidad el Senador Nelson Ávila (PRSD) refiriéndose a la Constitución vigente ,expresó :“Desde el 90 hasta ahora, ha tenido 16 intervenciones estéticas: 14 liftings y 2 liposucciones. Este esfuerzo, casi grandioso, ni siquiera le ha cambiado el rostro; mucho menos su esencia”. Por ello, cambiarla sería “absolutamente imprescindible”
Como evitar que el Congreso ratificará al compañero Allende como presidente. Han transcurrido 37 años del golpe del 11 de septiembre de 1973, y como sabemos, se planificó desde mucho antes. La primera acción terrorista contra Allende como presidente electo se produce poco menos de un mes antes de su toma del poder, cuando un grupo fascista trata de secuestrar al jefe del Ejército, General René Schneider, el 22 de octubre de 1970 con el objetivo de crear inestabilidad en el país y las Fuerzas Armadas , Schneider muere en el complot.
Ratificación.El Congreso anuncia el resultado que da como ganador a Salvador Allende con 153 votos, seguido de Alessandri con 135 votos y en blanco 7 votos, donde se evidencia acuerdos y apoyo de la Democracia Cristiana. En total sufragaron 195 parlamentarios. En síntesis de acuerdo con el Artículo 64 y 65 de la Constitución Política. Se proclama Presidente de la República de Chile, por el periodo comprendido entre el 3 noviembre de 1970 al 3 de noviembre 1976 al ciudadano Salvador Allende. Se revela que la Democracia Cristiana exigió para su apoyo en el Congreso un “Estatuto de Garantías Constitucionales” que aseguraría que Allende no se saldría de la Constitución.
Estatuto de Garantías que se incluye en una Reforma Constitucional, la cual Allende se ve obligado a firmar el 30 de diciembre de 1970 y que se publica oficialmente el enero de 1971. (Reforma Constitucional que se puede leer en www.archivo-chile.com Centro de Estudios Miguel Enriquez)
En marzo de 1973, se produjeron las elecciones parlamentarias. La oposición, agrupada en la CODE (Confederación de la Democracia), deseaba obtener dos tercios del Congreso. Si lo lograba, podría emitir una acusación constitucional contra Allende y destituirlo de la presidencia, pero la UP logró el 43,5% de los votos y la CODE el 54,6%. Los partidos de la Unidad Popular, al presentarse en una lista única, consiguieron aumentar su representación en tres diputados y un senador.
El proyecto de reforma constitucional Hamilton-Fuentealba presentado por los parlamentarios de oposición, y que ponía trabas al plan estatizador masivo de la UP, fue aprobado por la cámara de diputados pero que fue vetado inmediatamente por el ejecutivo sin mediar explicaciones.
El 11 de junio, el Congreso aprobó la reforma constitucional Hamilton-Fuentealba por 106 votos, la cual volvió inexpropiables los predios inferiores a 40 ha y dio garantías a los comerciantes y transportistas. Allende se negó a promulgar toda la reforma y se limitó a publicar aquélla parte en la que no tienen grandes diferencias la DC con la UP. Se basó en la facultad que tiene el presidente de vetar una ley y ésta debe ser aprobada por 2/3 de los votos para sobrepasar el veto. La oposición consideró este acto inconstitucional y la Contraloría General de la República le dio la razón, generándose un conflicto entre las atribuciones del Ejecutivo, la Contraloría y el poder Legislativo. El Partido Nacional en un comunicado declaraba que el Presidente de la República, al no promulgar la reforma constitucional o llamar a un plebiscito para dirimir el conflicto, se había puesto fuera de la constitución, advirtiendo que “El señor Allende ha violado en forma deliberada y sistemática su promesa solemne de respetar y hacer cumplir la Constitución y las Leyes. Fue esa promesa solemne la que le permitió ser elegido Presidente de Chile por la mayoría del Congreso Nacional. A la luz del derecho y la moral, nadie está obligado a respetar ni obedecer a un gobierno que deja de ser legitimo.”
El 22 de agosto 1973 la Cámara de Diputados aprueba con casi dos tercios de los diputados, el Acuerdo sobre el grave quebrantamiento del orden institucional y legal de la República, en que acusaban al Gobierno de haber incurrido en diversas violaciones concretas a la Constitución, tales como aplicar medidas de control económico y político, violar garantías constitucionales, dirigir una campaña de difamación contra la Corte Suprema, violar la libertad de expresión, reprimir con violencia a los opositores e intentar infiltrar políticamente a las Fuerzas Armadas, amparar a grupos armados, torturar, detener personas ilegalmente, amordazar a la prensa, formar organismos sediciosos, y todo ello con el fin de instaurar en Chile un “sistema totalitario”.
Es en los Congresos y Asambleas de todas las naciones del planeta ,es donde las distintas corrientes ideológicas dan sus batallas a través de los partidos políticos que representan,haciendo acuerdos,negociados y en ocasiones, creando formulando y aprovando las leyes constitucionales necesarias.
En el Chile del 73, a menos de un mes antes del cruento golpe militar que cegó la vida a miles de chilenos, el Congreso Nacional de Chile, confirma su participación "legal" en el complot urdido por partidos y grupos opositores como Renovación Nacional, Unión Democrática Independiente, el PIR y Patria y Libertad, quienes pusieron en entredicho la autoridad presidencial y en la práctica terminaron siendo los principales promotores del Golpe. De ellos nació el acuerdo aprobado en el Congreso el 22 de agosto del año 73 acusando a Allende de graves y reiteradas violaciones de los derechos humanos y la exigencia de un plebiscito, que en realidad se transformó en el golpe militar y derrocamiento de un Presidente elegido democrática y constitucionalmente.Estrategia que despues se repetiria exitosamente en Honduras.
En la recuperación de la memoria histórica, sin duda aprendemos grandes lecciones ,por aquello de que la historia se repite.
En innumerables oportunidades he expresado: no recordar a Chile sólo en Septiembre. Así mismo, como en la conmemoración de efemérides, no se debe aligerarlas, ni banalizarlas, como si fuera el “día de la madre” o “del amor”.Igual ha sucedido en Latinoamerica con los eventos relaciónados a la Celebraciones Bicentenarias ,observo y me provoca decirles
"Dime que celebras y te diré quien eres".
Hechos de violación a los derechos humanos tan graves como el golpe militar chileno,nos obliga a pensar, leer y debatir . Para ello vengo proponiendo que en forma seria y legal, creemos cátedras, memoriales y libros que contengan el pensamiento del compañero Salvador Allende, un "socialista marxista" .Y la esperanzadora, no menos imperfecta experiencia de la Unidad Popular.
DEL NEOLIBERALISMO SOLAPADO A UNA DEMOCRACIA DE MERCADO.
El Chile contemporáneo postdictatorial, postconcertacionista y neoliberal.
Preocupante e intolerable resulta para los luchadores chilenos, el regreso de la derecha al gobierno, donde se habla de cambios, pero en la realidad habrá continuidad en el modelo económico. La Concertación deja el gobierno, pero el mercado seguirá gobernando a plenitud.
El gobierno chileno naturalmente, será uno más del club de enemigos de los procesos de unidad y liberación suramericanos, colocándose en un puesto privilegiado junto a los regímenes de Colombia, Honduras, Panamá y Perú. Todos ellos asustados por el proceso de liberación iniciado por el mal llamado “eje del mal” que integran Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, que además cuenta con la simpatía y el apoyo de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
Las miserables condiciones de vida de miles de chilenos, los ha llevado a votar por la “nueva derecha” ingenuamente atrapados en la esperanza que este gobierno los “saque desde abajo”.
Al observar los anuncios y la designación de ministros hay cientos de ellos que ya saben que no habrá cambios.
La situación del pueblo Mapuche, el reality show de los mineros atrapados, el poder del Opus Dei en universidades y en el cargo de Ministro de Educación, y el fortalecimiento de disposiciones que perpetuán la impunidad de los indiciados en crímenes y torturas, aterroriza a los chilenos.
Informaciones no confirmadas en Internet, habla de que “Piñera echa a 2500 funcionarios públicos. Y cómo desde la instauración de la dictadura, que echó a miles de trabajadores a la calle, chile no había vivido una expulsión masiva de trabajadores públicos. Se insiste en la existencia de listas negras, que hay espionaje y chantaje. Los funcionarios no se atreven a expresarse por miedo. Miedo es lo que han generado las bandas de la UDI, de RN y militantes DC reconvertidos al piñerismo”. Después de las celebraciones del triunfo de Piñera, donde a grito partido expresaban: “Comunistas, maricones, les mataron los parientes por huevones”, “General Pinochet, este triunfo es para usted”, “Con los huesos Allende haremos un gran puente, por donde pasarán Augusto y sus valientes”… no sería nada extraño que esto esté sucediendo.
Una concertación anodina.
Los logros de la Unidad Popular que no fueron destruidos por el genocidio sangriento de la dictadura con sus secuelas de terror y miedo, lo ha borrado la llamada “concertación democrática” y sus gobiernos “socialistas”, los que han contado con la entusiasta aprobación del Imperio y la derecha oligárquica chilena.
Resulta vergonzoso para el Chile de hoy el mantenimiento de un sistema electoral injusto llamado “binominal”, encargo del dictador al político de ultra derecha Jaime Guzmán. Sistema rechazado por las organizaciones políticas progresistas que hacen vida en el país, sin que hayan logrado derogarlo.
Igualmente nos avergüenza la negación del derecho humano, que tenemos los chilenos residentes en el exterior para ejercer nuestro derecho al voto.
En el centro de estas situaciones injustas está el hecho triste que algunos dirigentes “socialistas” cuando regresaron del exilio, renegaron de sus ideas y una vez reinstalados en el gobierno “concertacionista” mantuvieron y mantienen la constitución impuesta por la dictadura criminal. De ella emanan las mayores aberraciones que en sus derechos políticos, vive la sociedad chilena contemporánea: la desaparición de la organización social de la clase trabajadora y sus derechos como la pérdida de la estabilidad laboral, el derecho a la organización sindical, el reajuste de sus salarios y el irrespeto a la jornada laboral de 8 horas.
El que se haya terminado con las empresas que Allende había nacionalizado, las que sucumbieron ante la voracidad de los intereses transnacionales y del capitalismo criollo.
Las tierras entregadas a los campesinos, especialmente indígenas volvieron a manos de los latifundistas y nuevos ricos quienes, como es público y notorio, apoyados por las fuerzas policiales represivas se han permitido asesinar a dirigentes Mapuches, que luchan por recuperarlas. La impunidad de estos crímenes, al igual que muchos otros de la dictadura, cuentan con un Sistema Judicial atado al poder político de la derecha chilena y su constitución pinochetista. Los deudos y familiares de asesinados y desaparecidos han tenido que recurrir a las “funas” visita-protesta masiva las residencias de los responsables de crímenes que viven tranquilamente en libertad y de esta manera, pedir que se haga justicia. Así ha ocurrido en el caso del asesino de Víctor Jara.
De otro lado, la educación chilena es catastrófica en toda su estructura, desde preescolar hasta la profesional universitaria, privatizada al máximo es un negocio súper rentable, nunca en país alguno hubo tantas Universidades. Es esencialmente una mercancía inasequible a las clases desposeídas, amén de su mala calidad, por ello observamos las violentas protestas callejeras de estudiantes y profesores ante la posibilidad de aprobación de la Ley General de Educación (LGE)que ratificaría el carácter neoliberal y elítico del sistema educacional chileno.
La concertación que gobernaba Chile, es en lo ideológico, esencialmente socialdemócrata y democratacristiana, sus personeros permanecen alejados y renuentes a solidarizar con los logros y luchas antiimperialistas y de unidad suramericana de nuestros pueblos. Prefieren mantener una política amistosa, dependiente de alianzas con el imperialismo norteamericano y europeo. Vergonzosamente se muestran ante el mundo, como un modelito de país próspero, neoliberal, obediente para con quienes causaron el derrocamiento del gobierno popular del compañero presidente Salvador Allende.
La Impunidad persiste y se fortalecerá con el nuevo gobierno.
¿Por qué no perdonar y olvidar? Aún están en nuestra memoria miles de seres humanos asesinados y desaparecidos en Chile y en el exterior con la Operación Cóndor, por ello siempre me estoy preguntando, si después de este horror, la alternativa es el perdón, o permitir que nos invada la dejación y el olvido frente a la injusticia.
Ante los crímenes contra la humanidad, vemos que las Comisiones de la Verdad y Reconciliación, las políticas de "justicia en la medida de lo posible" y las Leyes de Amnistía, condicionan las investigaciones y represan las denuncias, acciones y legislaciones, y contrariamente a la intención para la que fueron creadas, han permitido que se repitan actos de barbarie, ultrajantes para la conciencia de la humanidad.
La derecha chilena UDI, presentó un proyecto de Ley para beneficiar a los presos condenados y procesados por delitos de lesa humanidad ocurridos en el período que no se encuentra cubierto por la ley de amnistía dentro de la dictadura. Increíblemente contó con el respaldo de los sectores de la Concertación gobernante.
Ante mi impaciencia, por la tardanza de justicia en Chile, alguien me dijo una vez, poniendo su mano en mi hombro, Aníbal, tranquilízate, que la memoria colectiva es más fuerte que los acuerdos políticos y mientras no haya justicia, surgirá, no importa cuánto tiempo haya transcurrido, la presencia permanente de la impunidad en los crímenes cometidos. Mientras se trate de cubrir estos crímenes con un velo de perdón sin justicia, será imposible construir un futuro de paz.
ortizpozo@gmail.com
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