lunes, 8 de noviembre de 2010

MICHELLE BACHELET: EL GRAN ESCOLLO QUE ENFRENTA LA DERECHA EN CHILE

Juan Francisco Coloane

Ni el terremoto ni la tragedia minera, dos eventos producidos inusitadamente en muy corto tiempo han desacomodado tanto a la nueva administración de derecha, como lo está haciendo la figura de la Ex Presidenta Michelle Bachelet.

El nuevo gobierno, con más del 90 % de los medios de comunicación intentado crearle un clima favorable, apenas se empina sobre el 50 % de aceptación en las encuestas. En cambio ella no baja del 80%.
Los sociólogos claramente están de vacaciones hace mucho tiempo en Chile, porque no han habido intentos serios que expliquen el fenómeno de la alta popularidad de una figura política perteneciente a una coalición que perdió el gobierno cuando ella misma lo encabezaba. Hay chispazos por allí y por allá de que es la llegada al público, la naturalidad, el carisma, pero no se indaga más y el tema siempre es otro. La coalición de derecha que gobierna ha utilizado cualquier expediente para hacerla descender en su popularidad y no lo ha logrado.
Ahora, precisamente al ser nombrada para liderar el nuevo organismo ONU- Mujer (1) que se inaugura a partir de enero 2011, le asesta un duro golpe a la estrategia de demoler el gobierno que encabezó.
Michelle Bachelet se consolida así como la figura política de mayor trascendencia en las últimas décadas en Chile. El impacto de su gestión ha rebalsado el contexto chileno así como el de la región y se empina como una de las líderes más influyentes en un plano internacional más amplio.
Su nombramiento para liderar la agencia multilateral más potente que se haya creado para profundizar el desarrollo de la mujer y la niña, impacta el escenario político nacional en varias dimensiones. Aún así, el reconocimiento abierto y cabal de este hecho se restringe, especialmente en el gobierno de derecha.
La popularidad de Bachelet en el público no ha bajado del 80% a pesar de una constante campaña mediática en su contra, usando particularmente las deficiencias demostradas por el estado en los eventos del terremoto y ahora frente a la huelga de hambre de 34 comuneros del pueblo Mapuche encarcelados, que lleva más de 60 días. Como que de pronto, para los estrategas de la derecha, todo el peso de las deficiencias históricas y sistémicas de las políticas públicas y del estado, cayera sobre las espaldas de esta mujer y su gobierno.
Para la coalición de centro izquierda “Concertación” que gobernó 20 años, siendo los últimos cuatro correspondientes a la presidencia de Bachelet, este nombramiento puede ser la salvación hasta la próxima elección presidencial y así continuar rearmándose para lograr un dominio político nuevo hasta recuperar el gobierno. .
Esta coyuntura puede obligar a que esta coalición tan exitosa en el manejo del poder desde el gobierno, se reconstruya sin la líder carismática sobre quién se hicieron depender demasiadas variables políticas no resueltas durante los 20 años en el gobierno.
La trascendencia de su liderazgo alcanza una dimensión global pocas veces lograda por un político chileno y eso afecta la estrategia del gobierno conservador (asumió en marzo), por posicionarse en un período corto de tiempo.
Así como los 20 años en el poder afectaron a la Concertación para adquirir una fisonomía de oposición, los 20 años de espera para lograr el poder han afectado a la coalición de derecha y del conservadurismo en su función de gobierno. Después de seis meses, el Gobierno de Sebastián Piñera no exhibe aún un diseño estratégico claro en cuanto a objetivos y metas y hacia donde se encausa el esfuerzo de gobernar.
Se observan eso sí los marcados rasgos privatizadores como un regreso a los años del ajuste económico de los años 80 y una poderosa agenda mediática orientada a estigmatizar los 20 años de Concertación. Aún en este plano, lo que fue oposición durante 20 años y ahora forma Gobierno, se encuentra con el difícil escollo de la imagen y popularidad de Michelle Bachelet, que ha sido capaz de desarrollar una comprensión cabal de las dinámicas internacionales y las coyunturas locales y observar cómo se despliegan en la lectura del momento.
Muchos políticos entrenados en las dirigencias de partidos, o en los debates senatoriales no han podido exhibir esa capacidad de optar por el equilibrio indispensable que se requiere para ponderar la mayor cantidad de aspectos posibles, pero sobretodo, para desplegar esa capacidad de liderar con gran empatía, verdadera convicción y autenticidad.
En la toma de decisiones, ha demostrado el dominio de la circunstancia en que se efectúa la elección para que exista la menor distorsión posible, y en este sentido su trayectoria es impecable. Sus políticas han sido sólidas respecto a temas delicados donde los sectores de derecha de su propia coalición la han presionado. Michele Bachelet es el primer jefe de estado de la Concertación que visita Cuba. No se ha dejado presionar respecto a los gobiernos de Hugo Chávez, Evo Morales, y al reconocimiento del gobierno golpista en Honduras. Ha contribuido a mantener niveles de diálogo y negociación en las situaciones críticas que han afectado a varios gobiernos de la región.
En retrospección, el gobierno de Michelle Bachelet, aún con el conflicto de prioridades que se presentaban por múltiples demandas, se observa como una administración maciza con objetivos orientados a reencausar el proyecto original de la Concertación de construir un país más solidario y de un desarrollo con perspectiva humana más inclusiva.
El secretario general de la ONU Ban Ki Moon, declaró al nombrarla que “La Señora Bachelet aporta en la posición fundamental que asume, una historia de liderazgo global ejercido con dinamismo, habiendo demostrado una capacidad política de alto nivel, así como destrezas poco usuales en la formación de consensos entre las agencias de las Naciones Unidas y el ámbito de la cooperación, tanto en el sector público como privado”.
Michelle Bachelet en la percepción pública es la candidata natural a suceder a Sebastián Piñera, y este nombramiento plantea ciertas interrogantes estratégicas no menores. La derecha ha apostado para que la Concertación solo tenga la opción de Bachelet como candidata para las próximas elecciones presidenciales. La técnica “del todo o nada con una figura”, es muy propia del estratega republicano estadounidense y se presta para contribuir a generar en el adversario un icono único sobre el cual hacer depender todo el proceso electoral. Si éste falla, en este caso si Bachelet falla, se desmorona el andamiaje del adversario.
Los puestos de alta jefatura en la ONU son para permanecer al menos de dos a cuatro años en el cargo. Para que ella entre en la campaña presidencial podría estar en su cargo a plenitud hasta fines de 2012, considerando el 2013 para campaña. Pocos dudan que en dos años pueda ser capaz de establecer las bases del organismo y dejar su sello.
Sin embargo el nuevo cargo le abre un marco de posibilidades de liderazgo aún más elevado en Naciones Unidas. En un pool de recursos humanos globales donde escasean las capacidades que ha demostrado tener Bachelet, no estaría distante de la racionalidad política que el cargo de la primera Secretaria General de la ONU en la historia del organismo, pudiera recaer en la ex presidenta de Chile.
Mientras más permanece en el puesto, mejores condiciones se le presentarían en una carrera de aspirante a Secretaria General. De esa forma estaría comprometiendo sus posibilidades para una candidatura presidencial, y tendría en algún momento que tomar esa decisión dura: si el País o el organismo multilateral.
Dirigir el máximo organismo multilateral encargado de los asuntos de la mujer y la niña, en un milenio que desde su arranque debería construir un nuevo modelo de sociedad basado en el paradigma de la igualdad de género, un mayor acento en los derechos, la solidaridad y disminución del individualismo, representa un desafío sin precedentes para cualquier político de relieve mayor.
En una entrevista en Televisión (TVN-Chile), al preguntársele por estas opciones abiertas, respondió con naturalidad y simpatía: “ En Chile no se librarán muy fácilmente de mi”.
Por esta vez no miraremos las encuestas, decidió la ONU.
Nota:
1) El nuevo organismo Naciones Unidas Mujer o United Nations Women, cuenta con un presupuesto anual de 500 millones de dólares, duplicando el presupuesto anual combinado de las cuatro agencias de la ONU con foco mujer como the UN Development Fund for Women (UNIFEM), The Division for the Advancement of Women (DAW), The Office of the Special Adviser on Gender Issues, and the UN International Research and Training Institute for the Advancement of Women (UN-INSTRAW).

Publicado por ARGENPRESS

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Expresa tu comentario: