Aníbal Ortizpozo
Preocupante e intolerable resulta para los luchadores sociales chilenos y la solidaridad con nuestro pueblo, en el mundo el regreso de la derecha al gobierno, donde se habla de cambios, pero en la realidad habrá continuidad en el modelo económico. La Concertación deja el gobierno, pero el mercado seguirá gobernando a plenitud. Es el Chile postdictatorial, postconcertacionista y neoliberal.
El gobierno chileno naturalmente, será uno más del club de enemigos de los procesos de unidad y liberación suramericanos, colocándose en un puesto privilegiado junto a los regímenes de Colombia, Honduras, Panamá y Perú. Todos ellos asustados por el proceso de liberación iniciado por el mal llamado “eje del mal” que integran Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, que además cuenta con la simpatía y el apoyo de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
Las miserables condiciones de vida de miles de chilenos, los ha llevado a votar por la “nueva derecha” ingenuamente atrapados en la esperanza que este gobierno los “saque desde abajo”. El lema de la derecha fue "por el cambio" pero al conocer el nuevo gabinete de ministros y anuncios sobre posibles soluciones a los problemas básicos del país, ya hay arrepentidos, porque ya saben, que no habrá tales cambios.
La situación del pueblo Mapuche, el reality show de los mineros atrapados, el poder del Opus Dei en universidades y en el cargo de Ministro de Educación y el fortalecimiento de disposiciones que perpetuán la impunidad de los indiciados en crímenes y torturas en tiempos de la dictadura, aterroriza a los chilenos.
En informaciones no confirmadas en Internet, se habla de que “Piñera echa a 2500 funcionarios públicos, y cómo desde la instauración de la dictadura, que echó a miles de trabajadores a la calle, chile no había vivido una expulsión masiva de trabajadores públicos. Se insiste en la existencia de listas negras, que hay espionaje y chantaje. Los funcionarios no se atreven a expresarse por miedo. Miedo es lo que han generado las bandas de la UDI, de RN y militantes DC, reconvertidos al piñerismo”. Después de las celebraciones del triunfo de Piñera, donde a grito partido sus seguidores expresaban: “Comunistas, maricones, les mataron los parientes por huevones”, “General Pinochet, este triunfo es para usted”, “Con los huesos Allende haremos un gran puente, por donde pasarán Augusto y sus valientes”… no sería nada extraño que esto esté sucediendo.
Preocupante e intolerable resulta para los luchadores sociales chilenos y la solidaridad con nuestro pueblo, en el mundo el regreso de la derecha al gobierno, donde se habla de cambios, pero en la realidad habrá continuidad en el modelo económico. La Concertación deja el gobierno, pero el mercado seguirá gobernando a plenitud. Es el Chile postdictatorial, postconcertacionista y neoliberal.
El gobierno chileno naturalmente, será uno más del club de enemigos de los procesos de unidad y liberación suramericanos, colocándose en un puesto privilegiado junto a los regímenes de Colombia, Honduras, Panamá y Perú. Todos ellos asustados por el proceso de liberación iniciado por el mal llamado “eje del mal” que integran Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, que además cuenta con la simpatía y el apoyo de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
Las miserables condiciones de vida de miles de chilenos, los ha llevado a votar por la “nueva derecha” ingenuamente atrapados en la esperanza que este gobierno los “saque desde abajo”. El lema de la derecha fue "por el cambio" pero al conocer el nuevo gabinete de ministros y anuncios sobre posibles soluciones a los problemas básicos del país, ya hay arrepentidos, porque ya saben, que no habrá tales cambios.
La situación del pueblo Mapuche, el reality show de los mineros atrapados, el poder del Opus Dei en universidades y en el cargo de Ministro de Educación y el fortalecimiento de disposiciones que perpetuán la impunidad de los indiciados en crímenes y torturas en tiempos de la dictadura, aterroriza a los chilenos.
En informaciones no confirmadas en Internet, se habla de que “Piñera echa a 2500 funcionarios públicos, y cómo desde la instauración de la dictadura, que echó a miles de trabajadores a la calle, chile no había vivido una expulsión masiva de trabajadores públicos. Se insiste en la existencia de listas negras, que hay espionaje y chantaje. Los funcionarios no se atreven a expresarse por miedo. Miedo es lo que han generado las bandas de la UDI, de RN y militantes DC, reconvertidos al piñerismo”. Después de las celebraciones del triunfo de Piñera, donde a grito partido sus seguidores expresaban: “Comunistas, maricones, les mataron los parientes por huevones”, “General Pinochet, este triunfo es para usted”, “Con los huesos Allende haremos un gran puente, por donde pasarán Augusto y sus valientes”… no sería nada extraño que esto esté sucediendo.
1 comentario:
Clarísima visión de la realidad chilena y latinoamericana, le mando mis felicitaciones y mi abrazo al autor.
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