CHILE - VILLA BAVIERA, CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN, TORTURA Y EXTERMINIO DURANTE LA INFAME DICTADURA

Recientes hallazgos de osamentas – incluyendo un cráneo con orificio presumiblemente atribuible a herida a bala, además de huesos que corresponden a costillas, vértebras, un fémur y una tibia– en terrenos de la ex Colonia Dignidad (actualmente propiedad de la Planta de Arenas Bulnes, ABRATEC S.A., dueña del Casino y del Restaurante Villa Baviera, ubicado a unos 40 kilómetros al sur de Chillán), con altas probabilidades de que sean restos de detenidos desaparecidos asesinados por la Dictadura, pues las primeras pericias realizadas en el lugar demostraron que corresponden a restos humanos, aunque todavía fue imposible verificar que no son recientes, porque sólo están constituidas por huesos, sin presencia de tejidos, desconociéndose, por el momento, su data exacta.

 Respecto al enorme significado de este casual descubrimiento, difícilmente las nuevas generaciones dispondrán de información suficiente para entenderlo y, lamentablemente, no pocas `viejas´ y `viejos´ habrán olvidado nuestra historia reciente.

 Por eso, esquivando de la estructural escasa disponibilidad de tiempo [¿dónde regalan, prestan, arriendan, venden?], logré recuperar tres textos harto contundentes –no opiniones, sí datos duros–, los que, sumados a uno actual, proporcionan elementos mínimamente suficientes para comprender que fue, en verdad, la Colonia Dignidad.

 Largas luchas, fraternales, hubo que dar para que se comenzara a substituir la errada frase golpe militar, por golpe cívico-militar, obviamente en ese orden, pues las traidoras y antipatrióticas tropas no fueron más que ejecutantes de lo planeado por el Imperio y la oligarquía, para defender sus mezquinos intereses materiales, a costa del sufrimiento y la sangre de centenas de miles de chilenas y chilenos.

 A ese respecto, es imprescindible hacer memoria –¡la sagrada memoria de nuestros pueblos!–, indicando, con nombres y apellidos, a cuantas(os), además de propiciar el vil golpe de Estado, usufructuaron de él (creando o aumentando fortunas, con el despojo delictual de bienes nacionales), también apoyando incondicionalmente a los tarados y criminales nazis de Colonia Dignidad. Son las mismas y los mismos que en la actualidad pretenden ser garantes de la democracia, mientras uno de ellos, que siendo muchacho participó en el hitleriano ritual proclamando Führer al traidor Augusto Pinochet en Chacarillas, exige Ley Antiterrorista y máximas condenas contra el hermano pueblo mapuche; las mismas y los mismos que jamás han protestado porque los pocos cobardes criminales de la Dictadura que han sido `condenados´ en tribunales disfruten de más que inaceptables beneficios carcelarios, manteniendo ilegítimos grados militares, que les significan altos sueldos y pensiones.

 En su campaña presidencial 2017 –que pasó a negarla, sin yo creerle–, Sebastián Piñera Echeñique denunció a cómplices pasivos de la Dictadura; aquí queda una muy incompleta lista –apenas resultado de los archivos adjuntos, mayoritariamente civiles– de cómplices activosde Villa Baviera, centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la infame Dictadura, que ya antes del brutal golpe de Estado, entrenó y armó al fascista Patria y Libertad, para el permanente terrorismo contra el Gobierno Popular:

• Alberto Hardessen
• Andrés Chadwick
• Arturo Fontaine Talavera
• Augusto Pinochet y familiares
• Bruno Siebert
• Carlos Bombal
• Claudio Sánchez
• Esteban Montero
• Evelyn Matthei
• Hernán Larraín
• Horst Paulmann.
• Jaime del Valle
• Jaime Guzmán
• Jaime Orpis
• Juan Antonio Coloma
• Juan Carlos Méndez
• Manuel Contreras e hijo
• Manuel José Vial
• Marcelo Moren Brito
• Mario Ríos
• Mercedes Ducci
• Olga Feliú
• Pablo Rodríguez
• Pedro Espinoza
• Roberto Thieme
• Santiago Sinclair
• Sergio Correa
• Sergio Diez
• Sergio Fernández
• Sergio Onofre Jarpa
• Sergio Romero
• Taty San Martín
• William Thayer

 Karadima es repudiado por haber abusado sexualmente de menores y Schäfer también por pedófilo compulsivo. Pero, en ambos repelentes casos, se excluye lo todavía peor: Fernando Karadima cobijó y protegió a los asesinos del general René Schneider, Paul Schäfer fue factor esencial en la cruel represión dictatorial e, incluso, en la consolidación de la DINA

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